Siesta
Un oso que duerme. Hiberna. Sueña con ríos de truchas gigantes saltando felices hacia su garra de oso, filosa y amenazadora. Una panzada fantástica. El mejor sueño que un oso pueda tener.
Acurrucado en su cueva, el oso duerme. Falta mucho todavía para despertar, es tiempo de dejar la vida a un costado y dormir. Una trucha escurridiza se escapa en un movimiento eficaz. El oso se zambulle en las gélidas aguas. No te me vas a escapar, truchita cobarde. Vos sos sólo comida, un snack. Yo soy un oso, pescado. ¿Te escondes tras esas rocas? Ahí estas, truchita, preparate. No quiero a ninguna de tus compañeras, sé que son miles. Quiero esa trucha, la que se escapó.
Porque este es mi sueño y no voy a dejar que vos me hagas sentir que no puedo tener lo que quiero.
Y te quiero a vos, trucha del orto.
Acurrucado en su cueva, el oso duerme. Falta mucho todavía para despertar, es tiempo de dejar la vida a un costado y dormir. Una trucha escurridiza se escapa en un movimiento eficaz. El oso se zambulle en las gélidas aguas. No te me vas a escapar, truchita cobarde. Vos sos sólo comida, un snack. Yo soy un oso, pescado. ¿Te escondes tras esas rocas? Ahí estas, truchita, preparate. No quiero a ninguna de tus compañeras, sé que son miles. Quiero esa trucha, la que se escapó.
Porque este es mi sueño y no voy a dejar que vos me hagas sentir que no puedo tener lo que quiero.
Y te quiero a vos, trucha del orto.
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