19.1.05

Las desventuras y quebraduras de Coquito, el niño marcial

Coquito y su Tío Ernesto se encuentran en la Escuela Municipal de Tae Kwon Do, Karate Do, Kwan Do y Mara Dó, en el glamoroso barrio de Caballito.

- AHHHH Coco... ahh Coco... ahora vamos a aprender a valernos por nosotros mismos. Conoceremos los fundamentos de la filosofía oriental. Es decir, usar chinitas y cagarse a patadas.

- No sólo eso, Tío. A la hora de alimentarse, utilizan palitos en vez de cubiertos. Comen pescado crudo, le dicen "sushi". Causó furor en los centros gastronómicos del mundo. Se convirtió en símbolo de status de una sociedad sedienta de distinción. Personalmente, prefiero hobbies menos excéntricos, como los autos importados.

- Pero decime la verdad, estaría bueno poder fajar a troche y moche...

- La violencia no conduce a nada. Sólo los aptos de espíritu pueden distinguir entre los caminos del bien y el mal. Y la agresión nace dentro de la miseria del hombre. Es durante la calma cuándo los pensamientos de bien fluyen hacia la libertad de la expresión. Para comunicarnos debemos conocernos, Tío... conocernos.

- Qué maricón lo que dijiste, Coquito...

- Conocernos, Tío... conocernos.