28.11.05

Cada vez que una chica me dice "sos un tarado" en inglés, un mono recibe sus alas.

Nicolás me había avisado hace como cuatro meses en una breve pero intensa sesión de MSN. Aunque aceptarlo duela al ego porque nunca me cerrará del todo que la mayoría del trato que tengo con muchas de mis amistades sea a través de una pantalla, hoy en día imaginar una vida sin este programita se me hace casi imposible. Como cortarme los dedos de las uñas de los pies sin lastimarme. O las uñas de los dedos, es lo mismo. Las dos duelen.

- N: En un tiempo, una amiga que me hice acá va para Buenos Aires. Es australiana, no habla nada de español y va a necesitar un poco de "ayuda". Le voy a dar tu mail asi la sacás a pasear. Es la mejor amiga de mi novia, que también es australiana. No me hagas quedar mal.


- D: Sólo decime lo que quiero escuchar.

- N: Si. Está buena.


- D: I'm in.

N cumplió su sueño y se fue a vivir a Barcelona hace casi un año, apenas terminó la facultad con un promedio envidiable. Es uno de esos amigos que aunque no lo vea y esté en otro lado del mundo, quiero que el día que me muera esté en mi funeral y se ría con un puñado de desubicados, recordando anécdotas. Con inventarlas, me conformo.

¿Es normal pensar sobre el funeral de uno mismo sin sentirse deprimido?

El tiempo pasó y mi memoria no es una de mis "ventajas diferenciales", diría un profesor de marketing de la WADE. Me olvidé completamente del asunto, hasta que hace poco menos de una semana, mientras estaba haciendo que trabajaba, sonó el teléfono.

- Hola?


- Hello.

- Hello?

- Hi, Deimian?

- That's me.

- Hi! I'm Linda, N's friend from Australia. He gave me your cell phone number, I hope you don't mind.

Las miradas de mis compañeros, incluido mi jefe, me apuntaban con ojos sorprendidos. No habían podido evitar escucharme atender el celular. Pensé, "qué negros, se sorprenden porque me llaman chicas angloparlantes", reí por dentro y me fuí al patio para poder charlar más tranquilo.
Entre "¿cómo estuvo el vuelo?, ¿cómo anda N? y "si, te puedo conseguir eso" noté que esta chica no era una chica cualquiera.

A la hora señalada, toqué timbre en el hostel para jóvenes extranjeros ubicado en Avenida de Mayo y 9 de Julio.

- Si?

- Vengo a buscar a una huésped.


- Pasá.

Esas cosas no se dicen todos los días. Salvo que trabajes en algo relacionado al turismo. Antes de conocerla, ya la estaba pasando bien.
Subí las escaleras y me encontré con un lugar en el que me gustaría hospedar si yo fuera un extranjero de mi edad que está recorriendo Buenos Aires. Muchos idiomas distintos, jóvenes y chicas tirados en sillones gigantes charlando de cualquier cosa y de buen humor, porque claro, cuando uno está de vacaciones, la euforia es inevitable. Más si hay una barra abierta las 24 horas en el medio del hall central. ¿Cuántas birras me puedo comprar con 10 euros?

- Hola, busco a una chica australiana que se llama Linda.

- Allá está.

Seguí el dedo apuntando hacia la otra punta y allá estaba ella leyendo un libro, con los pies delicadamente ubicados sobre uno de los apoyabrazos del sillón y con la espalda contra los almohadones. Si yo intento esa pose, además de quedar como el más puto del mundo, me desgarro los isquiotibiales.
Me tomé mi tiempo para acercarme, primero quería aprovechar que no se había dado cuenta de mi presencia y la observé durante unos segundos. Su blanca piel, cercana al punto de ebullición por el sol de noviembre brasileño. Su pelo negro, decorado por un dulce flequillito que parece que se lo hubiesen cortado con los dientes. Los ojos concentrados en el texto. Luego me daría cuenta que son verdes pero un verde que acá no se ve seguido. El tatuaje indescifrable en el pie. Sí, le hace honor al nombre. Coincidencia felíz.

- Hello... Linda?

- Deimian! Hi!

Se paró y me abrazó como si nos conociéramos de toda la vida. Nos sentamos, pedí una cerveza y empezó una charla larguísima.
No tardé en darme cuenta que esta chica emana onda como una locomotora a vapor emana... vapor. Obviamente que si en vez de ser del otro rincón del planeta fuera de Ranelagh y en vez de decir "lovely" diría "qué lindo", no me hubiese invadido este poderoso deseo de conocerla. Lo inusual siempre es mejor.

- Your english is brilliant, Deimian.

- Thanks, yours also.

- Ha. What a jerk.

Mirando el obelisco desde la terraza del hostel, se pasaron las horas y cuando me acordé que tenía que trabajar al otro día y que todavía tenía que manejar hasta South Side, me despedí sin escuchar su pedido de que me quede a tomar una cerveza más con ella. Volví a mi casa borracho y con una sensación de emoción parecida a la que uno tiene cuando sin esperar nada, te sorprenden con un regalo.

El sábado nos vimos de nuevo. Fuimos a un recital gratis en el Hotel de los Inmigrantes. Nos pasamos la tarde sentados en el pasto escuchando música que nunca escucharía en mi casa pero que para la ocasión era perfecta. Era una especie de banda experimental que mezclaba los sonidos de la cultura toba del noroeste argentino y por supuesto, qué más que bases electrónicas. Como un "lounge jujeño" o algo por el estilo. Fue una tarde hermosa. Todo el tiempo relajados. Conociéndonos y disfrutando del lugar y el momento. Con mucho humor, inteligencia, estupidez de la buena y sin histeria. Como a mí me gusta. Como a vos también.

Nos vamos a ver de nuevo, no sé cuando pero ya recibí un mail diciéndome que quiere conocer el Tigre. Eso no significa "quiero conocer el Tigre". Significa "llevame que quiero ir con vos". El hecho de que yo posea un carro con aire acondicionado me suma infinitos puntos. Asi como mi inglés, mi carisma y mis ganas de comerle la boca en el momento indicado.

Ella dentro de dos semanas se va. No de vuelta a Australia, sino a vivir 6 meses a la India y Nepal. Sinceramente, yo no iría nunca, si pudiera elegir me iría a Londres o a New York, pero que ella quiera ir cierra por todos lados y la hace más linda. Y aunque Tigre, con el calor que hace, no me causa tanta gracia, voy a ir y me voy a dejar vencer por sus ojos y su acento. Pero voy a luchar contra mis ganas de besarla. No le voy a decir nada. Sólo la vamos a pasar bien. Mi plan es disfrutar momentos atípicos e irrepetibles.

Y la noche anterior a que se vaya, me la juego. Si me sale bien, voy a tener un recuerdo para toda la vida. Y sino, por lo menos tuve material para un post y un contacto de valor en el MSN.


Ojalá me salga.

5 Comments:

Anonymous Anónimo said...

go for it!!!


y despues contá

besos

4:04 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Un caballero nunca cuenta.

1:39 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

yeah right, like if you were one of those... did you get some?

2:55 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Jejejeje.

Sabor australiano, experiencia argentina.

2:36 p. m.  
Blogger + said...

Te la comes seguro. A menos que todavia no te la hayas comido. Son putisimas, le gustes o no le gustes, te va a comer por deporte.

No es argentina, eso ya te dice todo.

3:06 a. m.  

Publicar un comentario

<< Home