11.8.04

Estocolmo, Suecia, Agosto de 2005


“... y penes cambiarían el curso de la humanidad”.

Ovación descontrolada en el Salón de Honor de la Fundación Nobel. "El nuevo Mesías" (como lo llamaba la prensa sensacionalista) acaba de dar su discurso triunfal. Las esferas más prestigiosas de la política mundial, economía, ciencia y arte se encontraban de pie, saludando a su nuevo prócer. Dicen que varias personas aplaudieron hasta desmayarse. Un conocido cardiólogo francés murió poéticamente a causa de un ataque al corazón debido a la algarabía que ese momento ameritaba. No es cosa de todos los días ser testigos de grandeza.

En pocos años, el descubrimiento del Dr. Philippe Van Vergenssen se convertiría en la piedra fundamental del progreso humano. Pronto las guerras terminarían, el hambre sería un mal recuerdo del pasado cavernícola y una nueva era de prosperidad, espiritualidad y paz comenzaría para no acabar nunca más. La visión de un humilde científico holandés se haría realidad.

Algunos llamaron al trabajo del Dr. Van Vergenssen como un “simple procedimiento de extracción de vértebras compuestas”. Otros optaron por nombres más extravagantes, como “Maniobra Van Vergenssen”, ó “Te abren como una lata, te sacan las costillas y a otra cosa, mariposa... Van Vergenssen”.


Pero para todos siempre será el milagro de la auto-succión.

2 Comments:

Anonymous Anónimo said...

La verdad...... penoso!!! =)

11:02 p. m.  
Blogger Damiano said...

Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

11:24 p. m.  

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