Al final, empiezo.
Ayer fui a la primera filmación de un comercial de alto presupuesto escrito por moi. Oh la sensación de grandeza cuando nadie sabía qué hacía ese pendejo mirando el monitor de plasma y opinando que la luz estaba demasiado "barroca".
Pero lo importante nada tiene que ver con mi carrera, mis éxitos, fracasos y fortunas. En el set, ubicado en una lujosa sastrería del microcentro de la ciudad de Buenos Aires, la ví.
Frágil.
Silenciosa.
Mística.
Preciosa.
Llegado el momento previo al rodaje, mi director creativo (que ayer la verdad se portó diez puntos para conmigo) tuvo la delicadeza de ir yendo, uno por uno, sin que nadie quedase afuera, presentándome a todas las personas involucradas en la producción de la pieza denominada "Smoking". Así fue como mi mano derecha fue apretando las manos del director, productor ejecutivo, cámaras, actores, técnicos, asistentes, más productores y de las chicas del catering (ahí aproveché y les pedí una Coca Cola).
- Damián, vení...
- Si...
- Damián, te presento a X, es la Directora de Arte de la productora. Ella eligió la locación, los actores, vestuario, etc...
- Hola, vos sos el redactor, no?
- No, vine porque sentí el olor a pizza desde la esquina.
- Jaja.
- No tenías por qué reírte, fue muy malo.
- Lo sé, quise quedar bien. Es tu primer producción?
- No, ya hice avisos para Barbie.
- Ah, que bueno.
- No, fue muy malo.
- Bueno, quedate tranquilo que este va a quedar bárbaro. Che, cómo se te ocurrió esta historia? Cuando leí el guión me encantó.
- Mirá, me llegó el brief y escribí 25 opciones distintas. Quedó esta. Así de simple.
- Ah y vos querías que quede esta?
- Había escrito una que era en un aeropuerto, pero para realizarlo necesitábamos 15 millones de dólares y cuatro monos. Entonces pienso que la del smoking esta bien.
- Para qué los monos?
- No te puedo decir. Si te digo, tengo que matarte.
- Decime y después intentalo.
- Bueno, mañana te llamo, arreglamos para vernos y te cuento.
- Dale, tomá mi tarjeta.
- Listo.
Opa.
Esta charla nunca ocurrió. Pero cuando dentro de 10 años, cuando tenga mi propia agencia, mi mini cooper último modelo y entradas en la frente, vas a reírte de todos los chistes malos que haga y no te voy a dar bola. Porque minas como vos, conozco todos los días. Así de hermosas y llenas de gracia. Como María, que era sólo amor. Y yo, me enamoro tres veces por semana.
Soy así de estúpido.
Pero lo importante nada tiene que ver con mi carrera, mis éxitos, fracasos y fortunas. En el set, ubicado en una lujosa sastrería del microcentro de la ciudad de Buenos Aires, la ví.
Frágil.
Silenciosa.
Mística.
Preciosa.
Llegado el momento previo al rodaje, mi director creativo (que ayer la verdad se portó diez puntos para conmigo) tuvo la delicadeza de ir yendo, uno por uno, sin que nadie quedase afuera, presentándome a todas las personas involucradas en la producción de la pieza denominada "Smoking". Así fue como mi mano derecha fue apretando las manos del director, productor ejecutivo, cámaras, actores, técnicos, asistentes, más productores y de las chicas del catering (ahí aproveché y les pedí una Coca Cola).
- Damián, vení...
- Si...
- Damián, te presento a X, es la Directora de Arte de la productora. Ella eligió la locación, los actores, vestuario, etc...
- Hola, vos sos el redactor, no?
- No, vine porque sentí el olor a pizza desde la esquina.
- Jaja.
- No tenías por qué reírte, fue muy malo.
- Lo sé, quise quedar bien. Es tu primer producción?
- No, ya hice avisos para Barbie.
- Ah, que bueno.
- No, fue muy malo.
- Bueno, quedate tranquilo que este va a quedar bárbaro. Che, cómo se te ocurrió esta historia? Cuando leí el guión me encantó.
- Mirá, me llegó el brief y escribí 25 opciones distintas. Quedó esta. Así de simple.
- Ah y vos querías que quede esta?
- Había escrito una que era en un aeropuerto, pero para realizarlo necesitábamos 15 millones de dólares y cuatro monos. Entonces pienso que la del smoking esta bien.
- Para qué los monos?
- No te puedo decir. Si te digo, tengo que matarte.
- Decime y después intentalo.
- Bueno, mañana te llamo, arreglamos para vernos y te cuento.
- Dale, tomá mi tarjeta.
- Listo.
Opa.
Esta charla nunca ocurrió. Pero cuando dentro de 10 años, cuando tenga mi propia agencia, mi mini cooper último modelo y entradas en la frente, vas a reírte de todos los chistes malos que haga y no te voy a dar bola. Porque minas como vos, conozco todos los días. Así de hermosas y llenas de gracia. Como María, que era sólo amor. Y yo, me enamoro tres veces por semana.
Soy así de estúpido.
3 Comments:
excelente historia futuristica
you´re not alone, yo todos los dias me enamoro de alguien en el bondi...si, pasa
tus posts son muy largos damito...que paja me da leerlo. sólo los hjeo.
Dale Vicky, leelos y no jodas.
Besito...
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