9.3.06

Las desventuras y conjeturas de Coquito, el niño constitucional

Coquito y su Tío Ernesto se encuentran en la Honorable Cámara de Diputados de Rawson leyendo su veredicto. Los escuchamos:

- Ahhhhhhhhhhhhh Coco! Lindo el saloncito eh, tiene forma de fulbo desinflao', pero te hago una preguntita... ¡¿qué hacemos acá?!

- Callate, Tío, que me toca a mí. Señoras, señores, este juicio no es sobre la gente. Nada tiene que ver con el interés popular en su búsqueda de justicia. Nooooo señores, no! Esto es sobre PODER. Y el pueblo siempre queda relegado en esta lucha cuyos contendientes son un puñado de gordos ricos en sus trajes grises y bigotes ochentosos. PODERRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRRR!!!!

- Tranquilo, mierda! Coco, qué te dije sobre perder el control cuando te toca dar tu veredicto?! Nada! Si no entiendo qué hacemos acá!

- Disculpen a mi Tío, es que soy un niño y no puedo manejar el Citroën solo. Volviendo a la razón por las cuales estamos acá, tengo dos cosas que decirle a esta junta:

LAS DOS COSAS QUE COQUITO TIENE PARA DECIRLE A ESTA JUNTA
  1. Qué onda men? Cuando nos volvimos tan fríos y manipuladores? Por qué tenemos que sentarnos a discutir sobre justicia y tragedias cuando vivimos en un mundo lleno de paisajes maravillosos y manzanos de donde podemos obtener nuestro alimento de todos los días sin tener que matarnos por él. Hay manzanos para todos.

2. Odio a mi Tío Ernesto. Por favor, alguno de ustedes, adópteme! Huele mal, no se afeita y habla con la elegancia de un vómito de fernet-cola.

- Dessagradessssiiiiiiidooooooooo, te vu'a dá vo'

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

"con la elegancia de un vómito de fernet-cola."

he he he ja ja ja!!!

Recuerdo cuando reía con la asistencia del cannabis... y es casi igual fijate

3:26 p. m.  

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