31.10.06

El éxito me persigue, pero yo soy más rápido.

Mientras me dirigía hacia la salida del local con mi camisa nueva y perfectamente embolsada, mis ojos se detuvieron en uno de los espejos laterales y si mi memoria no me falla creo que dije para adentro con total convencimiento "si, Señor".
Cuello italiano. Sonrisas por doquier. Ser joven un sábado a la noche puede ser mucho más divertido que una trampa. Una noche más que invitante, con el calor de un verano prematuro. El aire es distinto en primavera, las flores florecen y todos ya sabemos que es lógico que sea así. Nada cambia realmente en el mundo si te ponés a pensar hasta que te duela la cabeza. Sí, hay celulares más lindos, guerras que brotan todos los días y un clima que hace que en octubre haga más calor que en diciembre. Pero lo verdaderamente importante se mantiene firme. La búsqueda siempre es la misma aunque uno diga que no busca nada. Y si me compro una camisa de esta calaña, no sólo demuestro que mi gusto es impecable sino que también quiero estar perfecto para ella.
A pocas horas de haberme quedado dormido, amanezco con toda la paz del mundo de mi lado de la cama y veo que mi camisa está en el piso junto a sus botas de cuero negro que tan gustoso deslicé de sus pies rosados. Vuelvo a cerrar los ojos para acumulas horas de sueño sin soñar con absolutamente nada. Está muy claro que alcanzar el descanso natural de la mente es la tarea más difícil que una persona pueda llegar a lograr. ¿Qué es un celular cuando puedo despertarla deciéndole algo al oído? ¿Acaso ya empezó la guerra?
La temperatura justa para sentir siempre un poco de calor. Y aunque yo tenía mucho frío es preferible quedarme allá, donde no nos conocimos y yo hacía de mi existencia mi única preocupación. Si todo fue un intento de materializar una idea que se me ocurrió la primera vez que la ví hermosa. Nadie te dice que cuando no hay guerra igual hay que estar preparado para tirar una granada.
Un error, exclaman sus sonidos desde el extremo del celular y se termina la comunicación abruptamente por mi contestación inteligente pero desmedidamente acusadora. Luego llegarán las lenguas que aparecen para saborear este tipo de situaciones indeseadas y alimentan el convencimiento de que poco es como debería. O mucho es como siempre tuvo que ser. Porque no puedo seguir con mi mentira, el mundo en realidad si cambia. Soy el que más se equivocó sin hacer algo para evitarlo y odio ser una víctima, porque vamos, no lo soy.
Pero si lo intenté casi todo... no importa, tengo que hacer de cuenta que no pasó nada. Y la camisa se quedará unos días colgada, pero la llevamos a la tintorería, la lavamos bien y la lucimos hasta que vuelva a decir "si, Señor". Ahh escribir algo al respecto quizás me ayude a liberar demonios. Esperemos que si, sin importar si lo que digo importa. Ella es una adelantada, se apresuró y ya lo hizo. Nadie hubiera pensado que era así de rápida. Ahora nos toca a nosotros. Cambiemos y demos el siguiente paso*. Nos conviene a todos.

*El próximo paso es Viva la Farrah!

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

es buenisimo. flashie bocha. te sentis re solo y atrapado en la misma semana hace mil años.

12:28 p. m.  

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