23.3.05

Hoy vimos la Revolución Francesa

Resulta que soy un loser. El 90% de mis compañeros de la facultad ya se han recibido o están a pasitos de hacerlo. A mi me faltan 6 materias. Un año entero. Pero bueno, el año 2002 fue traumático para mi y a su vez muy divertido. No cambiaría ninguna resaca por nada del mundo. Quizás por dólares. En fin.
La cosa es que ahora que empecé a cursar las materias que debo, todos los días tengo un grupo distinto como compañeros. Los martes, todos estudian psicología. Los miércoles, comunicación social. Los jueves, relaciones públicas. Y los viernes, administración.
Será que en mi carrera me enseñaron a observar y analizar automáticamente a la gente para ver cuál es la mejor manera de venderles algo, no sé. Quizás yo simplemente sea un tipo jodido. O tal vez sea mi necesidad imperiosa de idealizar absolutamente todo lo que me rodea para hacerlo un poco más digerible la culpable de esos pensamientos que consumen valiosos segundos en mi cabeza abarrotada de preocupaciones superficiales, miedos profundos y algún que otro destello de un ego que supo ser la estrella del primetime de la vida de muchos. Hoy esta diezmado y sé muy bien cuál es la razón. Es el diario que entregan gratis en los subtes.
Los chicos de psicología son calladitos y atentos, anotan mucho en sus prolijos cuadernitos y nunca pero nunca se desubican. Al más mínimo chiste, todos ríen en coro como aprovechando esos 3 segundos de distención y rápidamente se callan y vuelven a anotar todo lo que dice la profesora. Los de comunicación social preguntan toda clase de estupideces, son muy amigos entre ellos y hay uno que creo que se llama Rodrigo que interrumpe seguido para hacerse el ingenioso con alguna que otra pavada. Me siento un poco identificado con él, pero yo en mis épocas de gloria hacia reir hasta al profesor. Éste se ríe solo. Imbécil.
Relaciones Públicas confirma que no sólo tengo la costumbre de analizar los grupos sino que lo hago muy bien. Chicos y chicas enterrados en sus personalidades repetitivas, homogéneas, a simple vista vacías. No dudo que estos chicos tienen sentimientos como vos y yo, pero disfrazan su alma en ropa de marca y actitudes de malcriado. Lo mejor de cursar con ellos, obviamente, son les chiques. La mayoría de ellas son muy lindas y bastante idiotas, lo que las hace interesantes a la vista y también al oído porque las cosas que escuchás cuando hablan entre ellas son sinceramente fascinantes. Me fascina este tipo de mujeres. Cómo es que hacen para no tropezar cuando salen de sus casas y quebrarse el cuello en treinta y cinco pedazos? Eso sí, huelen todas muy bien. Y eso vale mucho.
Los chicos de administración son simples y parecen todos pibes de barrio, hay algún que otro viejete de 35 y las chicas son simpáticas y te prestan los apuntes cuando se los pedís. Te preguntan de qué carrera venís, de dónde sos, adónde vas los fines de semana y si tenés novia.
Hoy me quedé dormido en la clase de Historia de la Civilización Occidental (un cago de risa) y alguien me golpeó la tibia con su zapatillita all star rosa y me dijo: "te van a retar". Cuando abrí los ojos descubrí una señorita muy rica de rostro que me miró y me dijo "perdón" como con vergüenza y cancelé la puteada que ya tenía lista por un "gracias, me hiciste un favor". Ella me sonrió y ahora tengo ganas de que sea de nuevo miércoles para volver a verla y sentarme adelante de ella. Pero se viene Semana Santa y seguramente me olvidaré de su carita dulce para reemplazarla con las pocas ganas que tengo de ir a esta facultad que me saca la poca vida que tengo de 8 a 11 am.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

a veces esta bueno conocer una RR y otras no tanto. libre interpretacion

1:03 a. m.  

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