Yo escribo, vos escribís, todos escriben.

Recorriendo blogs porque "Dios mío ésta ha sido una semana tranquila" en el trabajo (se habrán dado cuenta por la incorporación de fotos a mi espacio, descifrar el programita para postear imágenes me llevó buena parte de la tarde de ayer) caigo sin querer en reflexiones que no sirven para nada, que gastan microbits de lucidez en mi golpeado cerebro, pero bueno... es lo que hay.
Por qué se quejan tanto? Es necesario? Tanta inspiración para combinar frases y palabras con el único fin de decir que la vida los cagó. Tanto esfuerzo para que alguien lea, en la comodidad de su ociosidad, que "él no me quiere", "ella me trató mal", "la extraño", "soy gay", "¿por qué?", "estaba roto cuando llegué".
Tener un blog amigos, es lo menos egoísta que existe en el mundo. Aún menos egoísta que ayudar leprosos en Calcuta. Escribís con la esperanza de que te lean. Vamos, es así. Y si son todas quejas, que van a lograr? Que se apiaden de ustedes? Que los "entiendan"? Encontrar su media naranja? Todos tenemos problemas, lo digo siempre. Todos queremos las mismas cosas, creeme. Todo es lo mismo. Lo único que cambia es la actitud. Y por más que sea fácil para mí leerlos (a decir verdad cuesta mucho, todos se creen Borges), me es mucho más fácil hacer click en Close. No me entretienen. Y tienen con qué. No se entretienen a ustedes mismos. No creo que lean lo que escriben. Ojo, estoy generalizando para que tenga mejores fundamentos mi crítica al pedo. Existen blogs muy buenos. Estás en uno de ellos. Casi siempre son de esas personas que no les importa lo que ponen, porque no lo piensan demasiado. Chicos, son blogs. Para quejas está el libro a su disposición en el mostrador.

*Ja, me encanta porque me dirijo a "ustedes" en plural, como si me leyera alguien más que mi mamá. Hola Má, perdón por quemar la alfombra del living. Yo no fuí.