16.4.05

El Shakal del Túnel entre Palermo y Belgrano

Para empezar, es chetísimo. Es hábil en el manejo de relaciones interpersonales porque tiene espíritu de líder pero sólo de eso. La espiritualidad del alma la cultiva en secreto, casi siempre cuando se va de vacaciones. Gusta de beber tragos con nombres inentendibles, posar cuando empiezan los flashes y decir la palabra "interesante" cada tres oraciones. Una nueva definición de diversión es la búsqueda constante que llena sus días. Su pelaje es camaleónico. Se adapta pero con estilo. Carece de esencia porque no cree en los contenidos. Opina que si la tapa del libro no te gusta, es imposible que te guste el resto. Aunque es vacío, sabe opinar sin ningún fundamento porque aprendió en la facu que una vez existieron los sofistas. Es el Shakal que más características humanas ha aprehendido a través de los siglos, al punto de querer renunciar a la Cofradía por sentir que no le gusta estar atado a nada, "hay que vivir el día a día, man".