Las desventuras de Coquito, el niño menstrual
Coquito y su Tío Ernesto se encuentran en la cocina de su casa charlando de la vida y tomando mate, porque eso es lo que hace la gente pobre cuando está al pedo.
- Ahhhhhh Coco! Qué rico está este amargo!
- Pero si le puse azúcar, Tío! Es imposible que esté amargo...
- Decime una cosa, Coco... tenés algun impedimento genético que no te deje callarte la boca aunque sea un segundo? Todo lo tenés que discutir?!
- No, Tío, no quiero discutir, solo digo que le puse azúcar al mate y...
- Callate mierda de una buena vez!
- Por qué me tratás así? Lo único que dije es que el mate tiene azúcar! No hice nada!
- Si que hiciste, Coquito. Me vas a explicar qué es esa mancha de sangre que hay en tu sábana de Titanes en el Ring que te regalé para tu cumpleaños?
- No sé, Tío. Me desperté y estaba así. Me habrá sangrado la nariz mientras dormía por la calor.
- Claro, claro, te despertaste y estaba así. Mirá vos que bien. Asi que el señorito se despierta y deja una tremenda mancha de sangre coagulada en la sábana que usé durante 24 años y que te regalé con tanto cariño. Así me agradecés? Sos un menstruador, eso es lo que sos.
- Pero Tío, yo soy un nene, no puedo menstruar!
- Coco... mirá, voy a tratar de decirte esto de la mejor manera posible: si hay algo que no me banco son los bancos, pero nada me enerva más que un nenito mentiroso y menstruador como vos! Tomá, acá tené un tampón, usalo y no manches más nada.
- Tío, esto es un corcho de damajuana.
- Ahhhh miralo, miralo a él, se hace el finoli. Ya sé que es un corcho. Y decime, qué hace un corcho? Contiene líquido. Dejá de buscarle el pelo al huevo y taponate.
- Me voy Tío, estás borracho.
- Bueno, pero cuando vuelvas pasá por la despensa y traeme una damajuana llena. Y pedile al despensero más corchos para tu vaginita, puto.
- Buaaaaaaaaaaaaaaaaaah, te odio Tío Ernesto!
- Si, si, "te odio" me dice. Además de trolo, sensible.
- Ahhhhhh Coco! Qué rico está este amargo!
- Pero si le puse azúcar, Tío! Es imposible que esté amargo...
- Decime una cosa, Coco... tenés algun impedimento genético que no te deje callarte la boca aunque sea un segundo? Todo lo tenés que discutir?!
- No, Tío, no quiero discutir, solo digo que le puse azúcar al mate y...
- Callate mierda de una buena vez!
- Por qué me tratás así? Lo único que dije es que el mate tiene azúcar! No hice nada!
- Si que hiciste, Coquito. Me vas a explicar qué es esa mancha de sangre que hay en tu sábana de Titanes en el Ring que te regalé para tu cumpleaños?
- No sé, Tío. Me desperté y estaba así. Me habrá sangrado la nariz mientras dormía por la calor.
- Claro, claro, te despertaste y estaba así. Mirá vos que bien. Asi que el señorito se despierta y deja una tremenda mancha de sangre coagulada en la sábana que usé durante 24 años y que te regalé con tanto cariño. Así me agradecés? Sos un menstruador, eso es lo que sos.
- Pero Tío, yo soy un nene, no puedo menstruar!
- Coco... mirá, voy a tratar de decirte esto de la mejor manera posible: si hay algo que no me banco son los bancos, pero nada me enerva más que un nenito mentiroso y menstruador como vos! Tomá, acá tené un tampón, usalo y no manches más nada.
- Tío, esto es un corcho de damajuana.
- Ahhhh miralo, miralo a él, se hace el finoli. Ya sé que es un corcho. Y decime, qué hace un corcho? Contiene líquido. Dejá de buscarle el pelo al huevo y taponate.
- Me voy Tío, estás borracho.
- Bueno, pero cuando vuelvas pasá por la despensa y traeme una damajuana llena. Y pedile al despensero más corchos para tu vaginita, puto.
- Buaaaaaaaaaaaaaaaaaah, te odio Tío Ernesto!
- Si, si, "te odio" me dice. Además de trolo, sensible.
1 Comments:
qué bueno!
Publicar un comentario
<< Home