17.8.04

Es muy "cinematográfico"

Yo vivo en un piso 12. Volví de la facultad temprano ese día. Recuerdo haber dejado las llaves donde las dejo siempre. Arriba de la barra, a la salida del palliere. Recuerdo caminar hasta mi habitación, esquivando la cocina, pasando rápidamente por el living. Recuerdo la campera tirada arriba de la silla. Recuerdo haberme sacado las zapatillas como lo hago siempre, sin desatarme los cordones. No hay nada más odioso en este mundo que atarse los cordones una y otra vez, todos los días. Nada.
Recuerdo la remera en el piso, los pantalones al pie de la cama y las mismas medias que había usado durante tres días en su lugar. Después miré los fotogramas que había dibujado con tanto esmero, pensé en el esfuerzo malgastado... debí contener las lágrimas.
Desperté 5 horas más tarde de un sueño profundo. Me encontraba desnudo en mi cama. No recuerdo que soñé. Pero algo había cambiado. De un solo sorbo, bebí un vaso de agua. Recuerdo haber sentido un pequeño escalofrío en la espalda, escuche una voz que dijo “asesino”, corrí hacia el balcón y ví lo que no tenia que ver. Es todo muy confuso, Doctor.

- ¡¿Pero usted es conciente de lo que hizo?!

Miriam Yolanda Meregutti era una chica hermosa. Tenia un nombre horrible, es verdad. Pero sus ojos eran dignos de poemas inconclusos, sus firmes pechos encendían pasiones ocultas y su caminar... oh su caminar. Simplemente angelical.
Miriam, o “la Miri” como le decían sus amigas, cometió el terrible error de trabajar en el bar a la vuelta de mi edificio. Su necesidad de ayudar a su familia con un dinerillo todos los meses le pareció mas importante que cuidar de su propia vida.
Y cuando vio venir ese storyboard furioso desde los cielos, sólo atinó a cubrir su cabeza con la bandeja que usaba para transportar sus capuchinos. El filoso cartón negro utilizado para la presentación del “proyecto yo” de la materia Diseño Multimedial, la dividió en dos, de cabeza a pies, bandeja incluida. Su muerte fue instantánea e indolora.
Miriam murió debido a su ignorancia. A su negligencia. A decir verdad, se lo merecía.
Nunca te cruces en el camino de un frustrado estudiante de publicidad, Miri.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

devolveme mi titulo!!!!!! ladriblog! y mi template!!jeje.bueno...no te quiero acusar con maliciosidad antes de saber bien...pero me asombra tu similitud con mi espacio blogueril...y cierto nombre que pusiste en uno de tus posts.
me conoces???
dejame un mensaje en mi (poco popular) sitio http://www.monoblogos.blogspot.com/

1:20 a. m.  

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