12.11.04

Las desventuras y fuertes picaduras de Coquito, el niño medicinal

Coquito y su Tío Ernesto se encuentran en el Parque Pereyra, disfrutando de un rico-rico asado...

- AHHHHHHHHHHH Coco, no hay nada en este mundo como unas buenas mollejas, dos grandes provoletas y obviamente, un vinito bien calentito...

- Tío, no tengo nada para acotar a eso. Salvo la parte del vino, a mí me gusta más el naranjú de frutilla.

- Vos no entendés nada de la vida y a veces pienso asfixiarte con una almohada mientras dormís hasta que dejes de respirar y te mueras...

- Dejá de decir pavadas, serías incapaz...

- Ya sé Coco... te estoy haciendo una chanza. Alcanzame del baúl del Citroen la soda que me la olvidé.

- Tío, la soda no la encuentro... y esta almohada?!

- Es para... espantar abejas.

- Qué?!

- Sí Coco... en Europa es lo último. Si te molestan las abejas, las espantás con una almohada y así no te pican.

- Pero si las abejas sólo pican cuando las atacás...

- Bueno mierda! Dejáme comer tranquilo o te encajo un bife (de chorizo).

- Pero, che... no entiendo por qué te ponés así...

- Querés que me ponga en 4?

- Sos un idiota, Tío. Pero sí, jeje... lo venía pensando desde el naranjú.