Las desventuras e investiduras de Coquito, el niño subliminal

Coquito y su Tío Ernesto se encuentran haciendo la cola para ver Episodio III – La Venganza de los Sith - en el complejo de cines Pochocs And Movies de Castelar.

- Ahhhh zun! Zzzzzzzunnnn! Zun - Zun!! Prepárate a morir, Lord Coco... tu final se acerca!

- No Tío, no! Yo quiero ser de los buenos! Quiero ser un Jedi con sable láser y todo!

- Bueno, agarrá uno de los turrones que me encanuté dentro del pantalón y hacé muchas veces “zun” con la boca mientras lo movés para todos lados.

- No me lo podés alcanzar vos?

- No, Coco, tengo las manos ocupadas con mi propio sable láser y las entradas... meté la mano y sacalo.

- Pero...

- Sacalo mierda!

- Tío... no encuentro el turrón. Estás seguro que trajiste uno?

- Jeje no (pero dejá la manito ahí donde está).

- Tío, si eso que está entre paréntesis es tu pensamiento, te aviso que lo puedo leer.

- Callate Coquito, vos no podés hacer nada. Yo soy un Jedi, dame el respeto que me merezco (un poquito más, sólo un poco más)

- Qué asco!

- Cujjj Quishhh Cujjj Quishhh Coco... I am your Uncle! (oh yeah so nice, c’mon, c’mon, that’s the spot, right there)

- Se acerca un empleado de los cines - Disculpe señor, pero recibimos una queja de que esta molestando a todas las personas de la fila y además no puede ingresar con bebidas y alimentos adquiridos fuera del complejo...

- Rajemos Coco!

- Encontré el turrón! Pero... no, no es, es...

- Zun!