24.11.04

El Shakal de las Sombras de Pekín

Es comunista, pero de a poco se va insertando en el mercado mundial. Come sólo con palitos, pero sus delicadas extremidades no son aptas para tal actividad, por lo tanto ha desarrollado con el pasar del tiempo una técnica (muy compleja por cierto) conocida como "el palito shakal", la cual consiste en dejarse crecer dos de sus filosas garras hasta moldearlas con forma de utensilio mandarín. Sí, utensilio.
Su pelaje es amarillo azafrán y sus ojos rasgados le sirven de gran ayuda a la hora de espiar, ya que puede mirar a través de cualquier cerradura invertida, lo que lo convirtió en el shakal más y mejor entrenado en las artes del contraespionaje de la Cofradía.
Valeroso, sabio y de pocas palabras, el skakal de Pekín es considerado por sus pares como una de las piezas insustituibles en la lucha contra el Mal. Durante siglos permaneció recluido en las montañas cercanas al Tibet, meditando y pitando de hierbas medicinales asiáticas. Después de todo, los shakales también necesitan relajar su espíritu.
Hoy en día administra un workshop clandestino en las afueras de Shangai, que fabrica las mundialmente conocidas zapatillas Nike Shox, a base de mano de obra infantil.