1.12.04

Enfrentado

Existe un dibujito de procedencia oriental que resume básicamente la explicación de cualquier "¿por qué?" del universo entero. Es un círculo dividido proporcionalmente a la mitad , enfrentado por una elipsis que en cada una de sus mitades contiene a su vez otro circulito. Una mitad es negra, la otra blanca. El circulito de la mitad negra es blanco y la otra, bueno... se entiende... es el ying y el yang. Seguro lo conocés. Y sino, no sé, mirá Karate Kid.
El Ying-Yang grafica un concepto bastante simple y a su vez perfectamente complejo:

"TODO LO BUENO TIENE ALGO MALO Y TODO LO MALO TIENE ALGO BUENO".

Es una paradoja. No se entiende muy bien. No sé bien qué decir. Partes de mi vida están bien y otras más o menos. La vida... ¿cuántas facetas tiene? Personal, laboral, familiar... no se me ocurre otro. Espiritual? Nah. Soy muy joven como para andar meditando. Por ahora me conformo con vivir.
Pero me parece injusto no poder decir: "qué linda que es la vida, che!". Nunca puedo estar a pleno. Siempre hay una manchita. Siempre algo me molesta. Porque vamos... no tengo lo que se dicen PROBLEMAS. Pero bueno, lo que a uno le parece insignificante quizás para mi es un melodrama. Aunque soy un poco exagerado. Necesito un problema para poder quejarme (escribir) con autoridad. Se me hace difícil de creer que un día de estos me voy a despertar y voy a pensar: "Ahhhhhh si. Ahora si. Bienvenida, gloriosa mañana!"
No. Yo no. Yo no puedo. Porque en todo lo bueno siempre hay algo malo y en todo lo malo siempre hay algo bueno.

YING YANG.


Me cago en la filosofía oriental que es tan complicada que me hace sentir un idiota.