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Son repetidas las veces que cuando estoy en la ducha, al agarrar el shampoo, se me aparece un cubano en la mente que me dice que los shampuses tienen esa consistencia vizcosa y textura cremosa que se asemeja al semen masculino a propósito. Ocurre que este cubano experto en comunicación subliminal da charlas en el mundo entero (o en Cuba y Argentina) sobre cómo la mente es capaz de percibir cosas que el ojo simplemente no puede ver. Sin que el recuerdo de la charla haya quedado patente en mi retina, siempre me acuerdo de este cubano simpaticón cuando estoy en pelotas a punto de lavar mi nutrida cabellera. Pausadamente, nos explicó los fenómenos que intervienen en el proceso de captación de imágenes por el nivel conciente de nuestra psiquis pero cómo a través de técnicas de velocidad se puede imprimir un deseo de manera subliminal en los potenciales consumidores. Una vez que agarrás el pote de shampoo, que esta hecho de materiales plásticos en formas circulares y siempre a temperatura superior a los 15°, asemejando la forma de un pene y vertís sobre tu mano el líquido espeso y casi siempre blanco, tu mente reconoce estos elementos como sexuales (entonces sentís un gran placer al masajear tu cabeza) y vos nunca te das cuenta de todo ésto, sólo te estas duchando. Todo este proceso mental ocurre todos los días y vos ni bola. Oh my God.