Indignación

Cierta persona que no voy a nombrar me pasó la dirección de un blog de un pibe que se la pasa escribiendo sobre cada mínimo detalle de su vida (la verdad igual lo hace bastante bien) y después de leer algunos posts monotemáticos (jeje, mono) pude divisar allá, a lo lejos (bueno, en el monitor), abajo, al cierre de una de sus tantas descripciones sobre absolutamente todo lo que hace y siente, el horror.
Plagio. Copia. Hurto. Robo.
Sólo una frase, pero de mi autoría, la cual había olvidado y nunca será incluida en mis memorias a publicarse próximamente (no me acuerdo cuándo) pero eso no quita que yo ahora tenga derecho a ofenderme profundamente y desafiarlo a duelo. Con pistolas. Con guantes. Con galera. En un bosque. Con niebla.
La frase, no la voy a transcribir. Es bastante buena. Y ojalá este pibe me lea y se dé cuenta que es él de quien estoy hablando y ofrezca sus sinceras disculpas y despues postee un choclo fantástico sobre como yo lo desafié a duelo y él se tuvo que comer los mocos. Qué asco. La próxima vez, citame. O mandá un cheque. Si vas a robar, hacé como yo, que me robo a mi mismo. O de la cartera de mamá. Claro, total... yo soy el boludo que escribe sobre monos y no tiene sentimientos, al que lo crucifican por hacer un chistecito inocente sobre Cromañón. Claro, claro. Ahora entiendo todo. Quieren que deje de escribir? Me van a seguir robando? Estoy completamente paranoico? Si, si y si.