Say my name
- Ah, ah... mmmhhhh ahh.... mmmmmmmmmmmmhhh... ah ah ah AH AH AHHHH
- Rumfff... arr... mmm... si... si...
- AHH AHH OHH AHHHHHH!!! AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHH!!! Oh si...
- Vamos... dime... cómo es mi nombre?
- Ahh ahh... mmmhh... ooohhh...
- Come on, bitch! What’s my motherfucking name??!
- Ahh DAAAAMIIIIAAAN... OOOOHHHHHHHHHHHHHHH!!!
- YEAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!!!!
- Ohhh... ohhh... BLURF!! SPLIT-SPLICK-SPLID!!
- Estuviste fantástico...
- Dónde están los puchos?
Recién terminábamos de tener relaciones sexuales y yo sentí algo distinto en el aire. No tenía ganas de irme. No quería correr hacia el próximo Mc Donald’s. Me quería quedar al lado suyo, acostado en su cama y abrazarla. Quería mimarla. Por más que el sexo era increíble, nunca en los 6 meses que salí con Felicitas el sentimiento de atracción creció para convertirse en algo más... poético. Pero esta vez no. Esta vez yo estaba enamorado.
Ella me miró a los ojos y me dijo:
- Dami...
- Si...
- Tengo que decirte algo.
- Decime...
- “Meee”
- No me causa gracia.
- Perdoná...
- No, te fuiste al carajo.
- Te hago un pete...
- Bueno.
A los 10 minutos...
BLURF!! SPLIT-SPLICK-SPLID!!
Ahora si. Ahora sentía que la amaba en serio. Antes de que pudiera decírselo, ella arremetió otra vez...
- Dami...
- Si?
- Creo que...
- Decime...
- ...
- “meee?”
- No, tonto. TE HAMO.
- ...
- Dami?
- Ehhh... si... gracias Feli... perdón, pero podrías decírmelo de nuevo?
- Si... TE HAMO.
- Ah, qué bueno...
- Esa no es la respuesta que estaba buscando, Damián.
- Es que... perdoname, en serio, pero por favor, una última vez...
- Qué querés?
- Que me lo digas de nuevo.
- TE HAMO, mi hamor... Te hamo!
- Feli... estás bien vos?
- Por qué me preguntas eso?
- Esto no va a funcionar... decís “amo” con H!!
- Qué??
- Si... no te hagas la que no sabés de lo que te hablo... me amás con H!!!
- Damián, dejá de decir estupideces. Escuchate por favor!
- Yo no estoy loco. Vos te creés que no me doy cuenta, pero no me “amás” de verdad! Me “hamás”!! No es lo mismo!
- Estás loco pibe!... Tomátelas de acá.
- Puta!!! Puta!!!
Me fuí esa misma noche de su departamento y empecé a buscar un lugar dónde vivir. A mí, justo a mí me va a engañar esa tilinga? Loca de mierda...
- Rumfff... arr... mmm... si... si...
- AHH AHH OHH AHHHHHH!!! AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHH!!! Oh si...
- Vamos... dime... cómo es mi nombre?
- Ahh ahh... mmmhh... ooohhh...
- Come on, bitch! What’s my motherfucking name??!
- Ahh DAAAAMIIIIAAAN... OOOOHHHHHHHHHHHHHHH!!!
- YEAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!!!!
- Ohhh... ohhh... BLURF!! SPLIT-SPLICK-SPLID!!
- Estuviste fantástico...
- Dónde están los puchos?
Recién terminábamos de tener relaciones sexuales y yo sentí algo distinto en el aire. No tenía ganas de irme. No quería correr hacia el próximo Mc Donald’s. Me quería quedar al lado suyo, acostado en su cama y abrazarla. Quería mimarla. Por más que el sexo era increíble, nunca en los 6 meses que salí con Felicitas el sentimiento de atracción creció para convertirse en algo más... poético. Pero esta vez no. Esta vez yo estaba enamorado.
Ella me miró a los ojos y me dijo:
- Dami...
- Si...
- Tengo que decirte algo.
- Decime...
- “Meee”
- No me causa gracia.
- Perdoná...
- No, te fuiste al carajo.
- Te hago un pete...
- Bueno.
A los 10 minutos...
BLURF!! SPLIT-SPLICK-SPLID!!
Ahora si. Ahora sentía que la amaba en serio. Antes de que pudiera decírselo, ella arremetió otra vez...
- Dami...
- Si?
- Creo que...
- Decime...
- ...
- “meee?”
- No, tonto. TE HAMO.
- ...
- Dami?
- Ehhh... si... gracias Feli... perdón, pero podrías decírmelo de nuevo?
- Si... TE HAMO.
- Ah, qué bueno...
- Esa no es la respuesta que estaba buscando, Damián.
- Es que... perdoname, en serio, pero por favor, una última vez...
- Qué querés?
- Que me lo digas de nuevo.
- TE HAMO, mi hamor... Te hamo!
- Feli... estás bien vos?
- Por qué me preguntas eso?
- Esto no va a funcionar... decís “amo” con H!!
- Qué??
- Si... no te hagas la que no sabés de lo que te hablo... me amás con H!!!
- Damián, dejá de decir estupideces. Escuchate por favor!
- Yo no estoy loco. Vos te creés que no me doy cuenta, pero no me “amás” de verdad! Me “hamás”!! No es lo mismo!
- Estás loco pibe!... Tomátelas de acá.
- Puta!!! Puta!!!
Me fuí esa misma noche de su departamento y empecé a buscar un lugar dónde vivir. A mí, justo a mí me va a engañar esa tilinga? Loca de mierda...
4 Comments:
histérico, ja!
Escribir brillantemente se te esta haciendo hábito.
Buen punto: Cuidado con las "hamas". Nunca se sabe cuando se inmolarán con un carro bomba en un mercado judio
Además de burro, fascista!
Si, soy fascista pero mi amigos de cariño me dicen "fasci"
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