Chicos, los quiero. Mentira, los odio. Mentira, los quiero.
Hoy no vamos a despotricar contra los infortunios de la vida ni sus incansables vueltas que nos marean hasta el punto de decir “basta man, tipo que me mareo”. No, nada de eso. Hoy vamos a hablar de algo que nos concierne a todos. Algo que realmente nos preocupa, que ocupa un plano real en nuestra existencia. No todo es existencial. A veces me aburro de pensar en el por qué de las cosas. Vos seguramente también. Además, mi vida no es tan interesante. La tuya tampoco.
Hoy vamos a hablar de algo que nos viene causando indiferencia desde hace tiempo: los comments.
Caso Nº 1: The Flying Burrito
Comentero por excelencia, este peculiar personaje divaga opinando sobre absolutamente todo lo que escribo, siempre con críticas positivas. Hasta se podría decir que es el único fan que tengo. Qué lástima, yo quería chicas pechugonas y adictas al crack. Mi instinto me dice que es un muchacho que adora leer blogs porque de chiquito lo fajaban mucho. Sus comentarios pueden llegar a ser graciosos siempre y cuando estés de muy buen humor. De lo contrario, carecen de esencia y sólo provocan que comenteros de otras índoles más profundas lo bardeen. Igual, Flying Donkey, las puertas de Monoblog estarán siempre abiertas para tí. Pasando al caso Nº2.
Caso Nº 2: S
S es un comentero que elige meticulosamente cuándo opinar y sobre qué. Sus aportes son profundos, dejan preguntas abiertas al lector que lo llevan hacia la reflexión y cuando no, al suicidio intelectual. Poseedor de cualidades artísticas, no ataca la forma sino el contenido. Uno de mis opinadores favoritos. Odia a Flying Burrito. Nadie lo culpa.
Caso Nº 3: Davinia
Chica de entre 15-17 años que profesa una pública fascinación por quién les escribe. Es comprensible, después de todo, soy yo su objeto de deseo. Sus comentarios no aportan absolutamente nada a la causa y aunque su intención es que me muera de la intriga por saber quién es, lo único que logra es que cada vez que me cruzo con alguna amiga de la vida real que lee Monoblog, me diga, cagándose de risa: “yo soy Davinia”. Después de mucha reflexión, llegué a la conclusión que todos llevamos un poco de Davinia en nuestro ser.
Y así es como pude realizar un perfil bastante preciso sobre algunos (ja “algunos”) de mis fervientes comenteros. Son personas de carne y hueso, como uno, como vos, pero a diferencia del resto de los mortales, saben que Monoblog es lo mejor que les pasó en la vida. Y como yo, hacen caca todos los días. Y lo postean en un comment.
Hoy vamos a hablar de algo que nos viene causando indiferencia desde hace tiempo: los comments.
Caso Nº 1: The Flying Burrito
Comentero por excelencia, este peculiar personaje divaga opinando sobre absolutamente todo lo que escribo, siempre con críticas positivas. Hasta se podría decir que es el único fan que tengo. Qué lástima, yo quería chicas pechugonas y adictas al crack. Mi instinto me dice que es un muchacho que adora leer blogs porque de chiquito lo fajaban mucho. Sus comentarios pueden llegar a ser graciosos siempre y cuando estés de muy buen humor. De lo contrario, carecen de esencia y sólo provocan que comenteros de otras índoles más profundas lo bardeen. Igual, Flying Donkey, las puertas de Monoblog estarán siempre abiertas para tí. Pasando al caso Nº2.
Caso Nº 2: S
S es un comentero que elige meticulosamente cuándo opinar y sobre qué. Sus aportes son profundos, dejan preguntas abiertas al lector que lo llevan hacia la reflexión y cuando no, al suicidio intelectual. Poseedor de cualidades artísticas, no ataca la forma sino el contenido. Uno de mis opinadores favoritos. Odia a Flying Burrito. Nadie lo culpa.
Caso Nº 3: Davinia
Chica de entre 15-17 años que profesa una pública fascinación por quién les escribe. Es comprensible, después de todo, soy yo su objeto de deseo. Sus comentarios no aportan absolutamente nada a la causa y aunque su intención es que me muera de la intriga por saber quién es, lo único que logra es que cada vez que me cruzo con alguna amiga de la vida real que lee Monoblog, me diga, cagándose de risa: “yo soy Davinia”. Después de mucha reflexión, llegué a la conclusión que todos llevamos un poco de Davinia en nuestro ser.
Y así es como pude realizar un perfil bastante preciso sobre algunos (ja “algunos”) de mis fervientes comenteros. Son personas de carne y hueso, como uno, como vos, pero a diferencia del resto de los mortales, saben que Monoblog es lo mejor que les pasó en la vida. Y como yo, hacen caca todos los días. Y lo postean en un comment.
7 Comments:
Y si, Monoblog es lo mejor que me paso en la vida.
(suspirando) Ay Dami, me fascinas...
(suspirando aún más fuerte) Ay Davi... yo también me fascino.
y yo???????????
yo soy davinia
falta flying burrito! se ofendio!
yo soy flying burrito, giles
Oy! me mencionaron en el Monoblog!
Mi propósito en la vida esta consumado!
Naa! falta "Coquito the Movie" y el DVD "Monoblog: the ultimate collection"
Yo le comento a Dam porque el pibe despliega mucho talento y desborda creatividad. Es justo rendirle tributo. Hail Dam!
Bueee... existe la posibilidad de que mis comments no sean precisamente un llamado a la reflexión, pero...
*se queda pensando en algo inteligente que decir*
...bah! es verdad. Pero si alguna vez te causó gracia, considerá que te devolví un poco la gracia que me causaste con tus posts.
The Original Flying Donkey
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