28.3.07

No mires para allá, que te puede cambiar la vida...

El amor. Love. L'amour. Enigma de enigmas, misterio de misterios y fuente inspiradora para millones de artistas mediocres.

Yo me conozco. Te sorprenderá saber que donde supuestamente tiene que estar mi corazón figurativo, ese lugar donde nacen todos los sentimientos nobles y dulces del ser humano, yo tengo un pomelo. Un pomelo redondo y hermoso, digno de exportación. Un pomelo que espera ser devorado por una persona que disfrute de estos deliciosos cítricos.

No es fácil tener un pomelo en vez de corazón. Cuando era más chico e iba a la cancha, la hinchada cantaba "Y dale alegría alegría a mi corazón..." y a mi no me quedaba más remedio que cerrar los ojos y gritar con todas mis fuerzas "Y dale alegría alegría a mi pomelo...". La gente me miraba medio raro... y varios querían pegarme.

Es que no todos somos iguales. Hay personas altas, flacas, gordas, negras, blancas, de todo. Gente con un sólo brazo, con tres testículos o cinco dientes. Y así como hay que aceptarlos como son porque es lo políticamente correcto, no creo que sea mucho pedir que la sociedad me acepte así, con un pomelo en vez de corazón.
Encima hay expresiones populares que no ayudan en mi búsqueda de aceptación e integración. Cada vez que alguien me pregunta "y, ¿encontraste tu media naranja?", me largo a llorar como un niño y huyo corriendo, tropezándome con cuanto obstáculo haya en mi camino, produciéndome no sólo heridas emocionales, sino también físicas.

El tiempo y la resignación son grandes aliados. Cuando uno tiene la mínima sospecha de que no va a encontrar lo que quiere, el tiempo se encarga de alimentar esta desdicha, al punto de convencernos que somos seres miserables que no merecemos nada de nada de nada. Y ha pasado mucho tiempo desde que mi pomelo fue feliz por última vez, lo que me llevó a aceptar que quizás el amor no es lo mío.

Hasta ayer, cuando sentí que mi pomelo casi estalla. Una mujer que aún no sabe que dejó de ser niña, una niña que sin darse cuenta se transformó en mujer, apareció en mi vida. De la nada, de cualquier lado, de repente... como empieza toda buena historia de amor. Claro que el destino, con su retorcido sentido del humor, puso en mi camino esta posibilidad sabiendo que yo en 20 días me voy del país por varios meses.

El tiempo aprieta. Hay que aprovechar cada instante. Tengo que pensar bien cada movimiento. Debo encontrar la manera de volver a ese lugar que ya conozco, y que ella me acompañe. Queda poco, muy poco.

Hay que tratar de sacarle todo el jugo posible. No al tiempo, sino a mi pomelo.

20.3.07

Arctic Monkeys - A view from the afternoon

Este video me gusta porque no lo entiendo, la música es genial y me dan ganas de comprarme una campera con capucha.