30.9.05

Al final, empiezo.

Ayer fui a la primera filmación de un comercial de alto presupuesto escrito por moi. Oh la sensación de grandeza cuando nadie sabía qué hacía ese pendejo mirando el monitor de plasma y opinando que la luz estaba demasiado "barroca".
Pero lo importante nada tiene que ver con mi carrera, mis éxitos, fracasos y fortunas. En el set, ubicado en una lujosa sastrería del microcentro de la ciudad de Buenos Aires, la ví.

Frágil.
Silenciosa.
Mística.
Preciosa.

Llegado el momento previo al rodaje, mi director creativo (que ayer la verdad se portó diez puntos para conmigo) tuvo la delicadeza de ir yendo, uno por uno, sin que nadie quedase afuera, presentándome a todas las personas involucradas en la producción de la pieza denominada "Smoking". Así fue como mi mano derecha fue apretando las manos del director, productor ejecutivo, cámaras, actores, técnicos, asistentes, más productores y de las chicas del catering (ahí aproveché y les pedí una Coca Cola).

- Damián, vení...
- Si...
- Damián, te presento a X, es la Directora de Arte de la productora. Ella eligió la locación, los actores, vestuario, etc...
- Hola, vos sos el redactor, no?
- No, vine porque sentí el olor a pizza desde la esquina.
- Jaja.
- No tenías por qué reírte, fue muy malo.
- Lo sé, quise quedar bien. Es tu primer producción?
- No, ya hice avisos para Barbie.
- Ah, que bueno.
- No, fue muy malo.
- Bueno, quedate tranquilo que este va a quedar bárbaro. Che, cómo se te ocurrió esta historia? Cuando leí el guión me encantó.
- Mirá, me llegó el brief y escribí 25 opciones distintas. Quedó esta. Así de simple.
- Ah y vos querías que quede esta?
- Había escrito una que era en un aeropuerto, pero para realizarlo necesitábamos 15 millones de dólares y cuatro monos. Entonces pienso que la del smoking esta bien.
- Para qué los monos?
- No te puedo decir. Si te digo, tengo que matarte.
- Decime y después intentalo.
- Bueno, mañana te llamo, arreglamos para vernos y te cuento.
- Dale, tomá mi tarjeta.
- Listo.

Opa.

Esta charla nunca ocurrió. Pero cuando dentro de 10 años, cuando tenga mi propia agencia, mi mini cooper último modelo y entradas en la frente, vas a reírte de todos los chistes malos que haga y no te voy a dar bola. Porque minas como vos, conozco todos los días. Así de hermosas y llenas de gracia. Como María, que era sólo amor. Y yo, me enamoro tres veces por semana.

Soy así de estúpido.

29.9.05

¿Asi que no te gusta Monoblog?


Vos elegís. O te gusta, o un mono te enseña su dedo preferido.

28.9.05

Frases que me gustan de mis películas favoritas o Sobre cómo Monoblog necesita buen material urgente.

  1. Levántate hijo de perra... porque Micky te ama. Rocky.
  2. Qué pasa Daniel, que no vino tu mami a vestirte? Karate Kid.
  3. Rule Number One: you do not talk about Fight Club. Fight Club.
  4. ¡Mono las pelotas! Gatica.
  5. Estiércol. Odio el estiércol. Volver al Futuro I, II, III.
  6. Jenny, I'm not a smart man. But I know what love is. Forrest Gump.
  7. Say hello to my little friend! Scarface.
  8. Renton. Give me a fucken cigarrette. Trainspotting.
  9. Now, the circle is complete. Star Wars.
  10. I know exactly what makes her feel bad. Me. High Fidelity.
  11. Emilio... Los bañeros más locos del mundo 2
  12. Miau. Las aventuras de Chatrán.
  13. Ico, ico, caballito. Ico, El caballito valiente.
  14. We're not worthy! Wayne's World.
  15. Kaka kuwanga, Batman! Batman.
  16. Hazme el amor... con los dedos. Venus Special.
  17. Wilson! El Naufrago.
  18. Freedom! Braveheart.
  19. Taxi! Taxi Driver.
  20. The End.

26.9.05

Joan Manuel Serrat - Sería Fantàstic

Sería fantástico
que andara equivocado
y que el water no estuviera ocupado.
Que hiciera un buen día
y que no nos engañaran en el peso.
Que San Pedro, pagándole, no cantara.
Sería fantástico
que nada fuera urgente.
No pasar nunca de largo y servir para algo.
Ir por la vida sin cumplidos
llamando a las cosas por su nombre.
Cobrar en especies y sentirse bien tratado
y mearse de risa
y dejar volar la fantasía.
Sería todo un detalle,
todo un síntoma de urbanidad,
que no perdiesen siempre los mismos
y que heredasen los desheredados.
Sería fantástico
que ganara el mejor
y que la fuerza no fuera la razón.
Que se instalara en el barrio
el paraíso terrenal.
Que la ciencia fuera neutral.
Sería fantástico no pasar por el embudo.
Que todo fuera como está mandado y nadie mandara.
Que llegara el día del sentido común.
Encontrarse como en casa en todas partes.
Poder ir distraído sin correr peligro.
Sería fantástico que todos fuéramos hijos de Dios.
Sería un buen detalle
y todo un gesto,
por tu parte,
que coincidiéramos,
te dejaras convencer
y fueras tal como yo te he imaginado..

24.9.05

El amor tiene sabor a lata

Viernes 23 de Setiembre (¿no odian a las personas que escriben “Setiembre” en vez de Septiembre?) 20:45 hs. Yo estaba en la agencia haciendo un avisito para la carpeta cuando de pronto, celular.

- Qué hacés?
- Nada, estoy en la agencia.
- Ah. Vas a Moby?
- No. No tengo entrada, sale un huevo y no me interesa tanto.
- Bueno, vamos.
- Te acabo de decir que…
- Tengo tickets y precintos. Invitate unos huesos.
- Por dónde te paso a buscar?

Invité unas chicas que aceptaron gustosas y pasamos a buscar a mi amigo con conexiones. Entre esas chicas, se encontraba ella, el último proyecto más o menos interesante que vengo laburando, llamémosle “Ella”. Ella tenía que ir al teatro con los padres y después se sumaba a la fiesta. Hasta aquí, todo bien.

Llegamos. Mucha producción, pantallas por todos lados, corpóreos de celulares, un escenario de la ostia y más pantallas. Allá, sobre la izquierda, el VIP de Nokia. Nos preguntamos si ahí adentro las bebidas eran gratis. Lo eran. La comida también. Mesita con puffs, champaña toda la noche y langostinos de Sushi Club. Bien. Pasaba el tiempo y obviamente, el consumo descontrolado de alcohol surtió efecto enseguida. Pero del mejor de los efectos, ese que hace que te rías de cualquier cosa. En la mesa de al lado, un grupo de chicas bailaban como locas. Se me acerca mi amigo, que para ese momento ya se había comido uno de los bombones que le serví en bandeja y me dice:

- Mirala a esa… su tapado fue tejido a mano en Escocia.
- Jjfjdfjirewfjfqjajajaj. Pedí más champaña y energizantes.
- Pará, pará, ahora lo traen, tranquilízate chaval que hoy tú y ió somos reyes. A ver… tú, tía, vente para aquí!
- No… no la llames… no me hagas el gallego ahora…
- Callate la boca que ahí viene.
- Hola…
- Hola, ricura… dime, aquí mi amigo y yo estábamos debatiendo sobre tu atuendo. Esa tela es típica de Escocia, verdad?
- Qué?!
- Nada, que acabo de volver de Escocia y ví un tapado igual al tuyo.
- Nada que ver.
- Bueno, igual tienes la gracia de una escocesa. Si lo sabré yo! Te dejo aquí con mi amigo que no sé que pasa con la camarera que no me trae la champaña… Joder, servicio!

Mi amigo es un caradura. Pero cuando es viernes a la noche, estás en una fiesta y el alcohol fluye como agua en cataratas, no es una mala idea mentir un rato. La chica era muy linda, hasta que sonrió. Tenía aparatos de ortodoncia. No tengo nada en contra de las personas que usan aparatos en los dientes, pero es un gran turn off.

- Vos también sos español?
- No, yo soy de Quilmes. Y él también.
- Ah, pero son re vivos. Así se divierten?
- Si, bastante. Además funciona.
- Hasta ahora…
- De acá en adelante me encargo yo.

En contra de toda predicción, gané. No me importaron sus aparatos. Pensé “cuando se los saquen va a quedar preciosa”. Porque así soy yo, así de estúpido, conozco a una mina y ya ando pensando nombres para los nenes. Las burbujas hicieron la conquista mucho más fácil de lo esperado. A la media hora estábamos en la puerta del baño apretando. Me contó toda su vida en cuatro oraciones. Yo le conté hasta mis peores problemas, y ella se vió sorprendida por el ataque de sinceridad. Y le encantó. Mientras, Moby decía que sus tíos son argentinos, que amaba nuestro país y pedía perdón por el presidente que tienen en USA. Lo de siempre.
Sonó el celular y era “Ella”.

- Dami, estoy en la puerta!
- Ahí voy.

Pedí permiso con un “tengo un amigo en la puerta, lo hago pasar y vengo”. La chica de los aparatos se fue con las amigas y yo fui hasta la puerta, cagado de frío. Por lo menos no llovía.

- Hola, lindo! Gracias por invitarme!
- No es nada, dale, vamos para adentro así tomamos algo.
- Buenísimo!

Entramos y me hice el súper gato. Antes, mi comportamiento bananero, vacío, superficial y recontra divertido era todos los fines de semana. Ahora siento que estoy más serio, como que no me cabe una. Critico mucho, me la paso rezongando, soy un plomo. Muchos fracasos seguidos hicieron que mi ego se tomara unas vacaciones en el país de la desconsideración. Pero ayer, era mi noche, todo me salía bien. Good times.

Ella bailaba chocha de la vida y “aparatos” miraba de reojo la situación. Mi amigo se le quiso hacer el lindo a una famosa modelo y rebotó como nunca, pero por lo menos le sacó el mail. Ella me empezó a histeriquear un poquito cuando me empezó a contar sobre sus ex novios. Siempre tienen que hablar sobre sus ex novios. Me dijo que ahora se sentía re bien porque era libre y podía hacer lo que quería…

- Como ir a una fiesta invitada por un pibe que no es tu novio…
- Exacto…
- Bueno, aprovechá tu libertad. No te comprometas a nada. Divertite. (Con ese “divertite” lo que quise decirle fue “podemos coger sin preocupaciones, esta todo bien).
- Obvio. Aia, me suena el celu. Hola? Gordiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, si, estoy acá! Vine con un “amigo”. Dale, dónde? Bueno, voy para allá. Si, si, voy a ver si puedo sacar una botella! Dale, quedate ahí que ya voy.
- Te vas?
- Mi mejor amigo esta acá! Lo voy a saludar y vengo.


No le creí ni media palabra. Se fue con una botella llena en la mano y seguramente quedó barbaro con la gente que se encontró ahí abajo, donde estaba la plebe. No me gustó su actitud. Ella jamás volvió. La llamé al móvil al rato para ver qué onda pero no contestaba. Aparatos contraatacó, me preguntó quién era esa rubia insulsa con la que me había visto charlando y le contesté “nadie, no te preocupes”. Nos besamos el resto de la noche y ante la negativa para ir a un hotel alojamiento a ponerle la frutilla a la noche y también a sus tetas, arreglamos para ir a cenar el miércoles. Seguro cancelo.
Ella me llamó hoy al mediodía para contarme que le habían robado el celular y que eso la bajoneó, se puso a llorar y se fue. Que la disculpe, que la entienda. Yo dije todo que “si, claro, está todo bien”. Sigo sin creerle.

Confirmé algo. Fue una noche para el recuerdo. Estuvo muy buena. Pero me quedé con una espina. Te invito, te trato como a una reina, me apreto una mina antes de que llegues para que no te enteres y me dejás acá en el vip, bebiendo champaña, rodeado de modelos y falso glamour?

Puta, como todas.

23.9.05

De este estoy orgulloso en serio.

- Blah! Blah blah blah, blah.
- Qué?
- Blah, blah blah blah blah blah blah blah blah!
- Ah...

Porque blah blah blah blah blah, blah blah blah blah blah blah, blah blah. ¿Blah? Blah.
Mejor, blah blah blah blah.

Blah blah. Blah blah blah blah blah: blah blah blah blah blah blah. ¿O no?
Blah blah blah blah blah. Claro, blah, blah blah blah blah blah blah blah blah blah blah. Cuando blah blah blah blah blah blah blah. Aunque blah blah blah puede ser. Blah blah blah nunca. Blah blah blah blah blah, blah blah. Blah blah blah blah blah blah blah blah. En fín.

1) Blah.
2) Blah blah.
3) Blah blah, blah blah! Ja.
4) Blah, blah blah blah blah blah blah.
5) Blah, blah, blah, blah. Blah también.

Bleh.

21.9.05

Yo, men.

20.9.05

19.9.05

Mazinger volvé!

15.9.05

Confesiones de un publicitario

- Perdóname Padre, que he pecado.
- Cuéntame, hijo, ¿qué te acongoja?

El hombre de traje de diseñador francés y zapatos italianos, hundió su rostro en sus manos, y tras pensar bien sus palabras, rogó:

- Por favor, ayúdeme a encontrar un poco de paz. Necesito recuperar mi dignidad, no puedo mirar a mi mujer a los ojos. Mis hijos me abrazan y yo siento que los estoy traicionando. Me pierdo en mis pensamientos, dispares y contradictorios. Me encuentro nuevamente en el mismo lugar que juré no volver a pisar. Vendí mi alma, junto a un desodorante y una gaseosa cola.

- Hijo, no estoy seguro de poder comprenderte. Ahora vamos, que Dios está de tu lado... dime la razón de tu pesar.

- Siento que soy una enfermedad. Soy el culpable de males groseros, intencionados y que encima, dejan mucho pero mucho dinero en mis bolsillos. Ojo, a no malinterpretar, soy excelente en lo que hago, de elite. Aunque supuestamente mi trabajo es encontrar soluciones, lo único que logro es crear problemas para el mundo.

- Ah, usted es político.

- No, soy publicitario.

Por primera vez, silencio. El clérigo reposó su cabeza sobre el almohadoncito que cubre el respaldo del viejo confesionario, para poder deliberar un curso de acción propicio para una charla abierta y sin tapujos. Además, que un señor venga con un problema serio, no era cosa de todos los días. Dios perdona rápido a las viejas y las mentiras.

- Es entonces tu trabajo el que perturba tu alma...

- Si y no, Padre. Es mi prisión. Y a la vez, el lugar donde me siento libre. Allí, en la agencia, donde decido por muchos, y donde también obedezco, encontré mi lugar en el mundo. Gracias a la publicidad pude crecer, pude proveer a mi familia, pude hacerme hombre.
Pero hoy siento que todo eso, no vale. Es mayor la culpa que los logros. Es mayor el precio a pagar, que el saldo a cobrar, Padre. Y me pone muy triste. Nada me rescata de esta situación en la cual entré solo, pero obligado. Porque hay que trabajar. Hay que darle de comer a los nenes. ¿Pero a qué precio? ¿Cuándo decidí abandonar mis sueños de artista para lograr un éxito vacío de contenido? Porque soy exitoso, nadie hace lo que hago mejor que yo. Antes solía ser mi éxito una suerte de manta benefactora que aquietaba mis dudas más profundas. ¿Cómo sentirme mal si me iba bien? ¿Cómo sentir que obraba de manera imprudente cuando todos salían contentos? No lastimé a nadie. Pero si colaboré en la ardua tarea de matar mentes.

- Hijo, lamento admitir que no te comprendo.

- Claro, ¿cómo me va a comprender? Usted siente que tiene una misión, esta dirigido por una ley superior, en la cual cree ciegamente y daría su vida por ella. Yo sólo quería tener una buena mina, un lindo departamentito y un coche que me lleve de acá para allá. Pero nada es tan simple. Nada es como debería ser. Y hoy siento que soy un miserable.

- Solo tú puedes cambiar tu realidad, solo en tu corazón encontrarás las razones que te llevarán de vuelta hacia el camino luminoso. Yo sólo estoy para escucharte y para recordarte que el Señor está a tu lado.

- Padre, no me venga con chamuyos. Si estoy aquí es porque mi psicólogo me vaciaría la cuenta bancaria, para luego decirme que todo se resume a un conflicto no resuelto de mi niñez.
Si busco perdón, he de ser sincero. Ustedes han tratado de enseñarme de pequeño, y yo he tratado de aprender. ¿Pero qué he de aprender? Dios existe y me quiere, pero no creo que El tenga que llegar a fin de mes. El Señor no ha de comprender de balances y fechas vencimiento. No sabe lo que es tener una hipoteca.

- Los problemas de los hombres, deben ser solucionados por los hombres, hijo mío. No cargues en el Todopoderoso las culpas de tus decisiones.

- No tengo el valor como para poder hacer eso. Mis culpas son mías, pero sólo he tratado de ser un hombre en esta sociedad. Pagar mis impuestos, ser un buen ciudadano, levantar la cacona del perro cuando lo saco a pasear. Mis acciones nacen de un buen lugar, Padre. Son las consecuencias las que me atormentan. En mi trabajo, todo se resume a consecuencias.

- Explícate.

- Soy el que piensa lo que usted ve en la televisión, las revistas, la radio y en las calles. Cuando usted piensa que Coca Cola es “Sentir de Verdad”, es porque yo quise que piense eso. Cuando decide comprar una Prestobarba en vez de una navaja, como en los viejos tiempos, es porque nosotros queremos que lo haga. Porque el que se beneficia es usted. Y nosotros nos llenamos de plata.

- No veo maldad en un negocio en el que una parte sale beneficiada y la otra, también.

Otra vez silencio. El exitoso empresario quedó atónito ante la simple respuesta de este simple cura.

- Si, Padre, tiene razón. Pero no es tan simple. Es un proceso, en el cual, un puñado de personas deciden lo que la sociedad puede ver, lo que puede elegir y lo que no. Damos soluciones, y a cambio, te robamos la libertad. Podés elegir, pero no podés elegir lo que quieras. Sólo lo que te mostramos. Esta todo pensado, nada queda al azar. No existe el azar, Padre. Somos lo que nos enseñaron ser. Y yo he aprendido a ser un desalmado hombre de negocios.

- Vamos, amigo, esta exagerando. ¿Acaso nunca deja de ser ese hombre de negocios para sentirse sólo un hombre? ¿Usted duerme en ese traje, se despierta ya sumergido en él?

- Soy lo que soy. No puedo renegar de mi identidad. Soy parte de una máquina consumista que vende ilusoriamente un sentimiento de satisfacción. Estoy en el negocio de la felicidad. Y no hay nada más fácil de vender que una mentira. Porque todos compran. Porque nadie se queja. Porque son ganado.

- ¿Tú realmente piensas así?

- No lo pienso, lo creo. Porque me han enseñado que la gente se divide en clases socioeconómicas, no son personas, son targets. Que desean lo mismo: ser reconocidos. Sentirse bien consigo mismos. Y nunca lo lograrán solos. Necesitan de un guía que les enseñe el camino. Y si ese guía conduce un BMW, mejor.

- ¿Usted es ese guía?

- Yo no, yo sólo aporto leña al fuego que hace arder los deseos de la persona común. Yo soy el intermediario entre lo que hay y lo que quieren. Y la verdad, es que la gente no sabe lo que quiere. Porque no les damos tiempo a que lo piensen. Todos quieren ser distintos, pero a su vez, todos necesitan zapatillas. Y celulares, y coberturas médicas y alfajores. Es perfecto. No hay negocio más rentable que la necesidad creada por otros.

- Usted es un zurdito...

- Ja! Mida sus palabras, Padre. No entremos en política, que uted sabe mucho más de eso que yo. No se sienta ofendido por mis palabras. Como diría Serrat, nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio.

- ¿Y qué cosas piensa usted que tienen remedio?

- Todo. Los remedios son soluciones, y las soluciones deben ser pensadas. No instruidas. El confort en el cual hacemos tanto énfasis al vender una silla, es el mismo responsable de mentes inoperantes y consumistas. Es mucho más fácil cuando nos dicen qué tenemos que hacer, que buscar uno mismo la acción a realizar. El análisis de los problemas, se los dejamos a los instruidos. Nosotros seguimos. Ellos deciden. Y lo peor de todo, nos hacen creer que deciden por nosotros, porque nos conviene. La liberación de las mentes es imposible hasta poder despojarnos del sentido de necesidad. Tengo que hacer esto, sino pasa tal cosa... es un círculo vacío. El rompimiento del orden es el causante de nuevas ideas. De nuevas críticas. De progreso.

- Además de zurdito, anarquista...

Risas. La charla ya parecía más de cafetín que de confesión.

- No, Padre, no categorice cada cosa que digo. Que sólo estoy tratando de esbozar un pedido de perdón. No voy a lograr cambiar el mundo, porque es imposible. Miles de años de causalidad han hecho de la realidad, lo que es hoy. Y cambiar eso, es demasiada tarea para un simple publicitario. Pero la verdad, si alguien tiene que cambiar la realidad, ¿quién mejor que un publicitario? Podría crear un aviso institucional de bien público, generando en el receptor un sentimiento de culpa que lo lleve a la reflexión independiente. ¿Pero qué estoy diciendo? Si desde que tengo uso de razón hay avisos tan simples como “Abróchese a la vida, use cinturón de seguridad”, y la gente sigue sin usarlo. Algo tan simple... algo que realmente presenta un beneficio.
Estamos perdidos...

- Hijo, El Señor nos enseña que las buenas intenciones son la razón de nuestras acciones. Sin importar el resultado...

- Eso lo enseñó Aristóteles y no Dios. Y si es verdad que Dios esta en todos lados, bueno... que se corra un cachito. Y que nos deje decidir a nosotros.

- Ya lo hemos estado haciendo, mi buen hombre. Y mire dónde estamos.

- Donde queremos estar, Padre.

- Encuentro sincera tristeza en tus palabras. No sé bien cuál es tu pecado, pero estás perdonado. Diez Ave Marías, quince Padrenuestros y...

- ¿Y qué?

- Y tengo un sobrino que estudia Publicidad, es un loco lindo con mucha imaginación... ¿no le molestaría a usted darle un...?

14.9.05

Nos Vemos

Hoy a la noche, en la plaza, ví un ojo humano. Si, ya sé, vos todos los días ves miles (o cientos o quizás una docena o quizás ninguno, depende de tu popularidad. No, mentira, no te enojes. Depende de tu forma de ser, de cómo te gusta vivir la vida, de cómo vos quieras). Pero que has visto ojos humanos, has visto, no me mientas.

Muchos ojos han pasado por mi vida. Ojos de amor, de madre, padre, hermano y amigo, de autoridad y de odio. Ojos simplemente bellos como desconocidos. De todas formas y colores. Y la verdad, nunca me detuve tanto en ninguno.
Es que este ojo, era un ojo muerto. Era solo un ojo, sin el contexto, sin su hogar... sin su alma ni cuerpo.

Una chica murió hoy a la tarde. Nunca sabré su nombre porque no lo pregunté, y no me voy a fijar en los diarios. La atropelló el tren.

No entendí bien cómo el ojo de esa chica fue a parar a la plaza San Martín de Quilmes.
Uno de los pibes (demostrando que realmente no tiene nada que hacer con su vida), se enteró del accidente en Crónica TV y fue enseguida a la estación, porque vive cerca. Y contó, con pena en sus ojos de borracho:

- “No sabés, man... no sabés... todo desparramado, una oreja acá, unos dientes allá, pobrecita... quedó hecha mierrrda. Yo de pedo encontré un ojo, acá está, lo traje para mostrárselos...”

Y apoyó su tesoro en un huequito, dentro de un árbol que debe tener más de cien años. Sin darse cuenta, este mediocre joven sin talento para nada, estaba pintando un cuadro digno de Dalí.

Éramos seis, mirando el ojo, dentro del huequito. Era verde, muy intenso. Lo colocó de una manera casi perfecta dentro de la imperfección de ese tronco. Era como si el árbol nos estuviese mirando, mientras nosotros mirábamos su ojo. Pero no era de él, árbol envidioso e inmóvil, resentido de vivir una vida sin sentidos.

Era de una chica.

Que ayer a esta hora probablemente estaba durmiendo. Y ese ojo que veo ahora tan abierto, estaba cerrado. Soñando quizás, pacíficamente.

Una chica murió hoy a la tarde, la pisó el tren. Era rubia y tenía más o menos 20 años. Es todo lo que sé.

Pocas veces lamenté tanto una muerte.

13.9.05

Le damos de comer al gran diario argentino.

El 23.10.04 yo escribí algo en Monoblog. Alguien pensó: copio, pego y mando. Con el tiempo descubrí quién había sido. "Perdoná, lo mandé pero no pensé que lo iban a publicar". Me pagó el error con un combo en Mc Dowell's y asunto solucionado.

12.9.05

Oh, si!


Esta banana si que está sabrosa!

9.9.05

NICE IS GOOD

7.9.05

Comprobado: hace bien.


Antes: "Qué carajo hago acá, sosteniendo esta poronga, con esta gente de mierda, perdiendo el tiempo como un pelotudo?!"

Después: "Hey, qué buena onda, men! Mirá como sostengo esto! Woohooooo!!".

6.9.05

Cualquier similitud con la realidad es pura coincidencia










Parece mentira, pero hay un artista jamaiquino que se llama así. Esta es la tapa de uno de sus discos.