29.4.05

5 simples pasos para pasar de ser un perfecto idiota a un idiota con un peinado perfecto

1) No te bañes en 4 días. Algunos pensarán “si me baño y no me lavo el pelo, no es lo mismo?” No, no es lo mismo.
2) Una vez que tu pelo se encuentre tan desbordante de grasitud que puedas hacer lo que quieras con él, peinate para atrás con un peine fino para sacar liendres hasta que te duela el cuero cabelludo. ¿Cuánto es eso? Mucho.
3) Ahora que tenés todo el pelo prolijito para atrás escupite las manos y empezá a batírtelo comenzando por la nuca en forma ascendente hasta llegar a la frente. Los costados no los toques. Para eso esta el paso 4.
4) Ponete una gorra durante dos horas. La presión que la misma genera sobre tu cabeza hace las veces de molde uniforme que le da redondez y aerodinamia a tu futuro peinado. Mientras, podés aprovechar para ponerte al día con el mundo y leer el diario.

5) Sacate la gorra, agarrá una hoja del diario, hacela bollito y pasatela por toda la cabellera, refregando con fuerza. La tinta del diario le impregna a tu pelo una especie de capa reflectora de luz que le otorga un brillo casi profesional. Moldear a gusto. Mirarse al espejo y hacer muecas ganadoras. Revólveres cancheros con los deditos apuntando a una conquista imaginaria, opcionales.

Ahora sí, tenés un peinado perfecto. Mostralo en lugares cool, como Palermo Hollywood un martes a las 3 de la tarde o en Parque Pereyra Iraola, un domingo a la mañana. Todos comentarán sobre la complejidad de tu estilo. Las chicas no te van a dar bola, pero eso nada tiene que ver con tu pelo. Es porque sos un nabo. Y contra eso no hay cura.

27.4.05


Ser un sorete no tiene nada de malo.

Say my name

- Ah, ah... mmmhhhh ahh.... mmmmmmmmmmmmhhh... ah ah ah AH AH AHHHH

- Rumfff... arr... mmm... si... si...

- AHH AHH OHH AHHHHHH!!! AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHH!!! Oh si...

- Vamos... dime... cómo es mi nombre?

- Ahh ahh... mmmhh... ooohhh...

- Come on, bitch! What’s my motherfucking name??!

- Ahh DAAAAMIIIIAAAN... OOOOHHHHHHHHHHHHHHH!!!

- YEAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!!!!

- Ohhh... ohhh... BLURF!! SPLIT-SPLICK-SPLID!!

- Estuviste fantástico...

- Dónde están los puchos?


Recién terminábamos de tener relaciones sexuales y yo sentí algo distinto en el aire. No tenía ganas de irme. No quería correr hacia el próximo Mc Donald’s. Me quería quedar al lado suyo, acostado en su cama y abrazarla. Quería mimarla. Por más que el sexo era increíble, nunca en los 6 meses que salí con Felicitas el sentimiento de atracción creció para convertirse en algo más... poético. Pero esta vez no. Esta vez yo estaba enamorado.

Ella me miró a los ojos y me dijo:

- Dami...
- Si...
- Tengo que decirte algo.
- Decime...
- “Meee”
- No me causa gracia.
- Perdoná...
- No, te fuiste al carajo.
- Te hago un pete...
- Bueno.

A los 10 minutos...

BLURF!! SPLIT-SPLICK-SPLID!!

Ahora si. Ahora sentía que la amaba en serio. Antes de que pudiera decírselo, ella arremetió otra vez...

- Dami...
- Si?
- Creo que...
- Decime...
- ...
- “meee?”
- No, tonto. TE HAMO.
- ...
- Dami?
- Ehhh... si... gracias Feli... perdón, pero podrías decírmelo de nuevo?
- Si... TE HAMO.
- Ah, qué bueno...
- Esa no es la respuesta que estaba buscando, Damián.
- Es que... perdoname, en serio, pero por favor, una última vez...
- Qué querés?
- Que me lo digas de nuevo.
- TE HAMO, mi hamor... Te hamo!
- Feli... estás bien vos?
- Por qué me preguntas eso?
- Esto no va a funcionar... decís “amo” con H!!
- Qué??
- Si... no te hagas la que no sabés de lo que te hablo... me amás con H!!!
- Damián, dejá de decir estupideces. Escuchate por favor!
- Yo no estoy loco. Vos te creés que no me doy cuenta, pero no me “amás” de verdad! Me “hamás”!! No es lo mismo!
- Estás loco pibe!... Tomátelas de acá.
- Puta!!! Puta!!!

Me fuí esa misma noche de su departamento y empecé a buscar un lugar dónde vivir. A mí, justo a mí me va a engañar esa tilinga? Loca de mierda...

26.4.05

Bizarro, pero edifica el ego

Ellas son mujeres de más de 30 años. Coquetas, finas y divas wannabes. Trabajan en la misma agencia de publicidad que yo, en el departamento de cuentas. Son las que tienen el trato directo con el cliente. Después me llaman, me pasan una orden de trabajo y yo tengo que supuestamente pensar una idea para un aviso que va a terminar envolviendo huevos en algún almacén de barrio. La máquina de la publicidad funciona así y yo me siento a gusto en ella. Es lo que elegí y no me arrepiento. Siempre puedo retomar mi sueño de rockstar. Tengo sólo 22 años. Chan.
Las tres solteras, una de ellas embarazada de dos meses y no se le nota para nada. Es una lástima, porque es la que esta más buena de las tres. Son mujeres simpáticas cuando hay que joder y rigurosas cuando hay que trabajar. Pero últimamente cada vez que suena mi interno para que vaya a sus oficinas, tiemblo.
Para los que no me conocen, yo soy un chico normal. No soy lindo, no soy feo, no soy flaco, no soy gordo, no soy súper inteligente, no soy ni muy muy ni tan tan. Pero creo poseer un carisma que me ha hecho recolectar muchos amigos a lo largo del camino y otros tantos enemigos que ahora no me acuerdo ni los nombres. Antes tenía más. Mientras más grande te ponés, más rápido la gente te manda a cagar y se olvida. Y viceversa.
Estas tres señoritas se la agarraron conmigo. Todos los días me critican la ropa que tengo puesta. “Hoy no estas tan lindo”. Ríen de mis chistes idiotas y lo hacen con esmero. Me dicen que es increíble que no tenga novia. Ojo, yo también a veces no lo puedo creer. Y no porque sea una persona adorable. Sino porque tengo auto propio. Me miman, me regalan cosas, soy el querubín de la agencia. Soy el más joven del staff y eso me da cierta licencia para comportarme como un infant terrible. Exagero. Me divierto. Pero últimamente no tanto.
Hay una que me toquetea a tal punto que deja de ser gracioso para pasar a ser un poco… fucking weird. Lo disfruta. Pone caras. Yo tengo que sonreír y huir en el instante. Siempre con cortesía. Siempre en tono chiste. Pero esto ya me esta afectando. Hay otra que me habla como si fuese un bebé. “Damianuchi, como van esos bocetitos, corazón?”. Otra directamente me mira la entrepierna y se relame. Y yo supuestamente debo reír, hacer un chiste y volver a huir. Una me agarró hoy la boca y casi me la parte y yo casi me muero de la vergüenza y del terror. Y ahora esta sonando el teléfono, y sé que es el interno de ellas. Dios, ayuda. Siempre te pedí que las mujeres mueran por mi. Pero no me refería a esto. Quiero una chica normal.

25.4.05

Recientemente, sin que nadie se de cuenta, instalé un counter (consiste en un mini programita que cuenta la cantidad de personas que visitan tu página y si necesitabas que alguien te lo aclare, salí ya por favor de mi blog). Vamos por más de 200 visitas en menos de una semana. Justo. Porque durante toda la vida de Monoblog, no contábamos con counter y teníamos que calcular mentalmente más o menos quienes y cuántos entraban en el secreto mejor guardado de Internet. Entonces, teniendo en cuenta que estamos online desde agosto del año pasado, y calculando que por semana nos visitan entre 200 y 250 veces, podemos asegurar que…

MONOBLOG HA SUPERADO AMPLIAMENTE EL MILLÓN DE VISITAS.


Gracias a todos. A raíz de esta emocionante revelación, paso a realizar las siguientes promesas:

- La calidad de los posts seguirá siendo muy baja.
- El tiempo invertido en ellos seguirá siendo mínimo.
- El template (diseño de la página) seguirá siendo básico.
- Los monos seguirán siendo monos.
- El subtepass seguirá costando $0.70 hasta nuevo aviso.

Ahora que somos un blog G R O S S O con todas las letras, podemos darnos ciertos lujos que otros ni siquiera pueden soñar en alcanzar. Como cerrar un post de manera abrupta y dejándolos con la sensación de que soy un i.

23.4.05

Me cagaron a pedos por el vidrio roto y el stereo y yo...

Me compré unas zapatillas mágicas. Tienen el poder de hacerme sentir bien. Cuando me las pongo, siento como una pequeña palmada de aprobación unánime en mis espaldas, como si un enano chiquitito, barbudo e irlandés estuviese sentado en mi hombro y me dijera a cada paso “sos grosso”.
Caminar con ellas es más fácil. Ser mejor persona con ellas es más fácil. Están un poquito duras y me hacen doler a los costados del pie, pero es como cuando le preguntás a una de esas personas que estan tatuadas por todos los rincones del cuerpo si les dolió. Claro que les dolió, les clavaron una agujita llena de tinta durante horas. Pero ellos responden orgullosos que “es un dolor placentero”. Asi que por más que me produzcan un malestar constante, son tan pero tan copadas que el orgullo que me da ser su dueño es más fuerte que un simple dolorcito. Seguramente cualquier madre que lea esto me va a entender. Tener un hijo duele. La pochola se estira hasta que una cabeza grande como un bola de bowling (los nenes cada día son más cabezones) pueda atravesarla y conocer el mundo y sus maravillosas zapatillas. Quizás me este quedando corto. Quizás tener un hijo no sea tan increíble como tener un calzado tan buena onda como este. Son Nike. Con todo lo que eso significa. Cool, joven, casual, moderno, cool. Doblemente cool. Porque son mías. Porque las uso yo. Fui yo quien las eligió entre miles de pares distintos para gente distinta que no entiende nada de nada de lo que es ser un pibe que no tiene nada en la cabeza más que la preocupación de saber si la mina con la que salgo esta noche se fijará en mis zapatillas y dirá “mmm, cool... ahora garchame”. Porque yo sé muy bien que a las chicas no les importa si sos un individuo singular, único, creativo, sensible, generoso, honesto y divertido. Nada de eso importa, y vos lo sabés muy bien. Las zapatillas importan. No importa si estás dispuesto a regalarles tu corazón para que hagan lo que quieran con el. Eso es re cursi, tipo que no da. El amor es lo más grasa que existe. Es tan poco cool amar a alguien. Como que es gastar mucho tiempo y esfuerzo en una ecuación que nunca cierra. Porque si el amor no le cierra a nadie, menos me va a cerrar a mi (es que estoy un poco gordito). Entonces mientras me ato los cordones, río y pienso: No me amará nadie, pero la mierda que buenas zapas tengo.

21.4.05

The Beatles - Everybody's got something to hide except for me and my monkey

Come on come on come on come on
Come on is such a joy
Come on is such a joy
Come on take it easy
Come on take it easy
Take it easy take it easy
Everybody's got something to hide except for me and
my monkey.

The deeper you go the higher you fly
The higher you fly the deeper you go
So come on come on
Come on is such a joy
Come on is such a joy
Come on make it easy
Come on make it easy.

Take it easy take it easy
Everybody's got something to hide except for me and
my monkey.

Your inside is out and your outside is in
Your outside is in and your inside is out
So come on come on
Come on is such a joy
Come on is such a joy
Come on make it easy
Come on make it easy
Make it easy make it easy
Everybody's got something to hide except for me and
my monkey.

20.4.05

Te dije

Resulta que el sábado pasado fui a un bar que se llama Kimia (en Santa Fe al 5000), con motivo de la celebración del cumpleaños de una amiga. El bar no era mi estilo, pero estuvo divertido. Me reí mucho. Fui con saco. La cosa es que después de casi 6 horas seguidas de alcohol e histeria, encaré para donde había dejado estacionado el auto. No "MI" auto. No fui con el mío por una infinidad de lógicas razones.

1) No sé porqué pero no anda el reproductor de CD del stereo. Sólo la radio. Un día introduje “Definetely Maybe” de Oasis y murió. Odio escuchar la radio. Es lo peor que te puede pasar en la vida tener que manejar todos los días kilómetros de autopista y tener que escuchar música que no elegiste. LO PEOR.
2) Era sábado a la noche. Necesitaba mi música.

Entonces agarré el auto de mamá. Que es más lindo. Que es más rápido. Que es azul, mi color favorito. Que tenía el tanque lleno. Que le andaba el stereo perfectamente. Que lo tenía prohibido porque “Damián, te regalamos un auto el año pasado. Usalo. Y dejá el mio tranquilo”. Pero ellos estaban en Ushuaia y era imposible que se enteraran de mi pequeña fechoría. Es algo inocente. No hay nada más dulce que robarle a tus propios padres. A mi me produce hasta ternura cuando lo hago. Revolver entre los mismos cajones hasta encontrar las llaves es tan fácil…

Yo venía riéndome de alguna pavada cuando noté la ventanilla baja del acompañante. “Te la olvidaste abierta, tarada” creo que le dije a Paz gratuitamente mientras nos acercábamos al auto estacionado. “No, yo la cerré”. Obviamente me rompieron la ventanilla y me robaron el stereo. El que andaba. Del auto que tenía prohibido. Sólo porque quería escuchar música en el trayecto de mi casa hasta la fiesta. Y lo hice. Escuché Kerplunk de Green Day, uno de mis discos favoritos. Que también se lo llevaron porque quedó dentro del equipo. La vuelta fue muy silenciosa. Claro, no tenía stereo. Y fría. Ir por la autopista a 160 sin una ventanilla… genera una ventisca importante. La ironía siempre presente en mi vida.
Mañana vuelven mis viejos del Sur y se van a desayunar una cagadita. No es la muerte de nadie, pero Madre sabe como nadie exagerar las cosas hasta las lágrimas y Padre me va a decir de nuevo “te lo dije”. Lo que me lleva a preguntarme a mi mismo: ¿soy cada día más estúpido ó simplemente tengo mala suerte? Ojalá sea la primera. Todos saben que la estupidez es la base de la felicidad.

19.4.05


"Bienaventurados aquellos que leen Monoblog", fueron las primeras palabras del Papa Benedicto XVI como representante directo de Dios en la Tierra. ¡Aleluya!

18.4.05

Me saco el saco y me pongo cariñoso

Ella baila. Un ritmo incesante de miradas que apuntan a un solo lugar. Que me escapan cuando finjo no estar atento. Pero sé que están ahí, invitándome a pasar. Es una pregunta sin respuesta. El fastidio de volver a probar. Razones que sólo ella puede llegar a inventar. No soy lo que le vendí. No soy lo que le mostré. Pero algo de verdad hay en cada una de las mentiras que le regalé. Ella baila. Se mueve muy bien. Espera que yo me acerque para darle el pié. Espera que yo reaccione cuando roza mi piel. Niega cualquier tipo de interés. Niega cualquier momento de lucidez. No quiere. No sabe. Solo juega. Otra vez. Ella baila. Su cuerpo de muñeca no se puede esconder. No conozco la salida porque nunca la busqué. El juego empieza de nuevo, las reglas ya las sé. La miro, me mira, nos odiamos, nos amamos, nos evitamos, nos buscamos, nos importamos, nos ignoramos, la mataría, la dejaría, la perdería y en un solo día, le mostraría con besos lo que sus ojos no pueden ver.

Sin Título - Beto Gugundi

Picos y palas.
Y no soy piquetero.
Flores y tierra.
Y no soy jardinero.
Soy lo último entre la vida y la muerte.
Soy el sepulturero.

Morir, te vas a morir.
Y yo te voy a enterrar.
Es el curso de la vida.
No es nada personal.

Tranquilo, andá a dormir.
Ya te va a tocar.

16.4.05

El Shakal del Túnel entre Palermo y Belgrano

Para empezar, es chetísimo. Es hábil en el manejo de relaciones interpersonales porque tiene espíritu de líder pero sólo de eso. La espiritualidad del alma la cultiva en secreto, casi siempre cuando se va de vacaciones. Gusta de beber tragos con nombres inentendibles, posar cuando empiezan los flashes y decir la palabra "interesante" cada tres oraciones. Una nueva definición de diversión es la búsqueda constante que llena sus días. Su pelaje es camaleónico. Se adapta pero con estilo. Carece de esencia porque no cree en los contenidos. Opina que si la tapa del libro no te gusta, es imposible que te guste el resto. Aunque es vacío, sabe opinar sin ningún fundamento porque aprendió en la facu que una vez existieron los sofistas. Es el Shakal que más características humanas ha aprehendido a través de los siglos, al punto de querer renunciar a la Cofradía por sentir que no le gusta estar atado a nada, "hay que vivir el día a día, man".

15.4.05

La verdadera relación entre la mierda y el mes de Agosto

No son pocas las veces que tras decir alguna estupidez sin sentido ni coherencia, alguien (no menos estúpido o coherente) retruca con una frase conocida por muchos y desconocida por muchos más: “¿qué tiene que ver la mierda con el mes de Agosto?”. A continuación, trascribo algunos ejemplos para que ustedes (sé que les cuesta) puedan entender un poco mejor el complicadísimo tema que estoy tratando de abordar:

A: Fuiste a bailar el sábado?
B: Si, un bajón…
A: Yo tengo que sacar turno con el médico.
B: ¿¡QUE TIENE QUE VER LA MIERDA CON EL MES DE AGOSTO!?

C: Hola, cómo estás?
D: Ayer fui a pescar y metí dos goles de rabona.
C: ¿¡QUE TIENE QUE VER LA MIERDA CON EL MES DE AGOSTO!?

E: Mi amor, me pasás la sal?
F: No. Comprame un mono.
E: ¿¡QUE TIENE QUE…!?

Y así, infinidades de casos. Resulta imposible tratar de conectar los dos ítems que caracterizan a esta pregunta cuasi retórica, intencionalmente ubicados en su enunciación para que nosotros, los que recibimos esta inquisición quedemos ante la opinión pública y peor aún, la propia, como meros imbéciles desgraciados sin una mísera razón válida por la cual vivir. Pero no se preocupen amigos. Yo (entre muchísimas cosas más) soy un ferviente investigador de estos temas. Me desvelan estas cuestiones linguísticas y culturales que nos llevan a utilizar la mierda y el mes de Agosto como puntos de referencia para hacer entender al destinatario que lo que acaba de decir nada tiene que ver con nada.
Resulta que tras varios llamados telefónicos pude lograr una entrevista con una persona que se hace acreedora de saber el porqué de esta particular frase/pregunta/retruque. Su nombre, Alberto Gugundi. Alberto es un sepultador del Cementerio de la Chacarita, y en sus ratos libres, escribe poesía. A cambio de la nota, le prometí publicar en Monoblog una de sus obras. Bien entrada la charla y el fernet con Neuss Cola, “Beto” empezó a recalar en este tema que nos inquieta a todos.

“La verdá es que en el siglo IV antes de Jesús, en el antiguo Imperio Romano, se instaló en Roma el primer sistema cloacal de la historia. Estaba diseñado para que acumule bajo la ciudad, toda la materia fecal de la población durante un año. Su impulsor, el Emperador Augusto (de donde proviene la nomenclatura del mes de Agosto) dispuso que durante un período de 31 días por año, nadie podía hecharse un garco, porque era la época de recolección para su posterior envío hacia las afueras de la ciudad donde se acumulaban las heces. Hoy se sospecha que siglos más tarde, durante la construcción del Coliseo, al faltar ladrillos, se utilizaron grandes bloques de bosta seca sustraídas del depósito romano de cacona. Posteriormente este período de 31 días pasó a llamarse Agosto y es por eso que se relaciona la mierda con él, porque nadie sabe que carajo tiene que ver tanta gilada junta”.

Cuando Beto terminó de hablar, apagué el grabador y me paré del monolito en el que me encontraba sentado. Agarré mi vaso de fernet, le dí la mano, le agradecí y me fui silbando bajo por los pasillos del cementerio con la satisfacción de otro misterio resuelto. Enhorabuena.

14.4.05

Cambio

Mañana mi hermano mayor se va de casa. Se va a vivir a su propio departamento a 1 (si, una) cuadra de distancia, con fiesta de inauguración incluida. Si digo que lo voy a extrañar, estaría mintiendo. Si digo que todo será igual, también.

Adiós Pablino, vuela como un pájaro.

Hola hola, cama de dos plazas. Te estuve esperando.

13.4.05

The Hives - Main Offender

I'm on my way.
Can't settle down.
I'm stuck in ways of being an ass
and I got a lot of nerve that I'm ready to pass.
I'm on my way.

I'm on my way.
Can't settle down.
I'm stuck in ways of sadistic joy
and my talent only goes as far as to annoy.
I'm on my way.

This is my main offender.
This is what I've got and
it got me saying - Why me?

I'm on my way.
I get around.
But I'm not all too sure about what I do.
I feel I've got to stop a second just to think it thru.
And so I stop!

I'm on my way.
Yeah I get around.
Yeah I thought it all over and now I spit it out
and when I spit on those that I care less about
I'm on my way.

This is my main offender.
This is what I've got
and it got me saying - Why me?

6.4.05

Ahora tomo Pepsi

- Qué te tocó a vos?
- Nada... dice "seguí participando".
- Y vos, Damián, tuviste suerte?

Yo todavía no podía creer lo que estaban viendo mis ojos. La frase más inesperada, impresa bajo una tapita de Coca Cola, era lo suficientemente fuerte y desconcertante como para elegir ser prudente y mentir.

- Nada, no dice nada...
- Ni siquiera "seguí participando"?
- Eh, si... dice eso.

Guardé la tapita en el bolsillo interior del saco, fingí seguir escuchando su charla vacía de contenido y divagué internamente en las posibles razones del por qué de semejante revelación. Seguramente algún operario habrá querido pasarse de piola y metió la mano, sólo para su regocijo personal. O quizás Coca Cola estaba trabajando en alguna especia de campaña publicitaria con formato incógnita, generando que gente como yo se quede pensando por qué carajo esta tapita dice lo que dice.
Cuando volví a mi oficina, me metí en la página oficial de la bebida cola más famosa del mundo. Allí leí detenidamente las bases y condiciones de la nueva promoción "Coca Cola sabe lo que querés, porque vos querés lo mejor". Los premios variaban desde DVD's pasando por minicomponentes, laptops y demás artículos electrónicos. Nada de eso a mí me llamaba la atención, porque soy millonario. Esas cosas ya las tengo. Busqué el centro de canje más cercano, porque nada de lo que decía en la página podía contestar mi inquietud.
"DESPENSA DEFENSA", en Defensa al 1600. Llegué pasadas las 7 de la tarde. Dentro del local no había nadie. De pronto, escuché por detrás de una estantería "venís por la promo, pibe?". Apareció un viejo asqueroso, ojeroso y gangoso. "Sí... tengo esta tapita... usted sabe algo?".
El viejo la leyó y sonriendo deslizó un:
- "Dios le da pan al que no le gustan los sanguches... seh pibe, ya te la traigo".
- "Pero no le mostré lo que dice la tap...
- "Callate y esperá que ya te la traigo"
- "Bueno, dele"

Volvió de atrás de la estantería con la mujer más hermosa que haya existido jamás. Preciosa con su vestido rojo, sus largas piernas y exhuberantes pechos. Simplemente fantástica.
Cuando yo leí en la tapita "VALE POR UNA NOVIA PERFECTA" pensé que había sido un error, un chiste o algo por el estilo. Pero al parecer era en serio. El viejo me dió un pequeño libro rojo que decía "Manual de Instrucciones". Tomé el librito, agarré la chica de la mano y sin preguntar más nada, me fuí.
La chica no hablaba. Le pregunté su nombre y no me contestó. Sólo me abrazó, me dió un terrible beso y me dijo "cómo te extrañé, mi amor". Cuando subimos al auto, le pedí que se abroche el cinturón de seguridad. Ella dijo "pero si me lo abrocho no te la puedo chupar hasta que lleguemos a casa". El trayecto desde el trabajo hasta casa son sólo 10 minutos, pero ese día duró media hora. Al llegar, tiré el librito arriba del escritorio y ella fue directamente hacia la cocina y preguntó:

- Con o sin?
- Con o sin qué?
- Contestame amor, dale...
- Bueno, "con".

Increíblemente en cinco minutos había preparado los spaghettis más deliciosos de la historia, con albóndigas caseras. Yo, sin salir de mi asombro, me detuve a observarla. "Qué mirás, lindo? Dale, que está por empezar el partido". Miramos el partido mientras comíamos, se ofreció a traerme más cerveza cada vez que terminaba la botellita, me masajeó la espalda durante el comienzo del segundo tiempo, me tiró la goma un ratito más durante la sobremesa. Todo sin chistar, todo ofreciéndose. Me emocioné y dí las gracias al Señor por existir Coca Cola.

Los días pasaban y todo era cada vez más perfecto. Ella no gastaba plata. Se quedaba siempre en casa. No tenía amigas que la convencieran de que yo no era suficientemente bueno para ella. No salía a la calle. No demostraba interés por nada ni nadie más que no sea yo.
Y fuí felíz.
A los dos meses, inevitablemente, estaba enamorado de ella. Aún no sabía el nombre. Aún no sabía de dónde venía. Su edad. Si estaba contratado por Coca Cola. Pero a decir verdad, no quería saber. No me importaba. Todo era perfecto como estaba. Siempre atenta conmigo y mis necesidades. Siempre dispuesta a hacer cualquier cosa para hacerme sentir mejor. Es que mi trabajo es muy demandante y a veces, me frustro fácilmente. Cada vez que llegaba a casa con mala cara, ella me decía: "A ver corazón, contame qué te pasó", se arrodillaba, y antes de que yo empezara a quejarme ella ya tenía mi pene en su boca. Enseguida me olvidaba de los problemas.
Muchas veces pensé en llamar a Coca Cola y contarles de la situación, pero ante el temor de ser una equivocación y que me quitaran este regalo de mi vida, colgaba el teléfono antes de discar. Con el tiempo me acordé del librito que nunca leí, las instrucciones para manejarla. Supuse que yo ya sabía todo lo que necesitaba saber y así estaba bien. Demasiada información siempre complican las cosas. Pero también es bueno saber qué esperar de una persona que sólo vivía por mí. Busqué el librito durante semanas. Jamás lo pude encontrar.

- Mi amor, que buscás?
- Nada... no te preocupes.
- Bueno lindo, vení, hoy quiero romper el récord. Tenemos que pasar los 12. Además están dando en la tele un maratón de 24 horas de Baywatch editado sin diálogos, podemos mirarlo mientras.

Todo era perfecto. Mi vida era perfecta. El negocio comenzó a crecer a pasos agigantados y en pocos años me convertí en el hombre más rico de Occidente. Mantuve a mi novia en secreto, no se la presenté nunca a nadie. Cuando me preguntaban por qué siempre estaba solo, yo contestaba que debía ser por mala suerte.
Un día, volviendo de una convención en Tokio, al llegar al aeropuerto tuve una extraña sensación en el estómago. Algo me dijo que tenía que volver cuanto antes a casa. Abrí la puerta y la llamé como la llamé siempre: "Amorrrrr, dónde estás?". No hubo respuesta. Qué raro, ella siempre aparecía cuando la llamaba. Esta vez no había comida en la heladera. No había cervezas frías esperandome. No había nada. Se había ido.

Pasaron 5 años. En esos años de profunda depresión y tendencias suicidas, la busqueé por todas partes. Contraté detectives privados, equipos especiales, de todo. Pero es difíciul tratar de encontrar a alguien cuando uno no sabe su nombre, ni de dónde viene ni hacia dónde va. Contra mi voluntad aprendí que no podía seguir esperando algo que no iba a llegar. Pero en mi caso, no tenía que llegar, tenía que volver. No llamé a Coca Cola por miedo de que al saber de su desaparición la encuentren antes que yo y la guarden en algún depósito. Ella era mía. Yo me la había ganado. Y es el día de hoy que busco debajo de todas las tapitas de gaseosas alguna pista. Algo, lo que sea. Porque gracias a ellos, yo sentí de verdad. Es así, yo tomé lo bueno y lo convertí en algo mejor. Algo mejor para todos, pero sobre todo, para mí. Y aunque lo niegue, todavía la espero. Quizás algún día, al destapar una Coca Cola, yo vuelva a ganar ese premio que nunca existió.

4.4.05

Las desventuras y soldaduras de Coquito, el niño industrial

Coquito y su Tío Ernesto se encuentran en la planta automotriz Renault de Zárate, recorriendo las instalaciones gracias a haber participado de un concurso patrocinado por "Líquido de Frenos Aga Rate"...

- Ahh Coco... mirá lo que es esto! Esto es producción en serie, en serio, esto es trabajo! Cuántas familias comen gracias a esta planta? Es la planta más grande que ví en mi vida! Dónde están las raices?!

- Tío, date cuenta que este lugar es un claro ejemplo de la producción post Revolución Industrial. Decime una cosa, cuántos operarios viste trabajando? Las maquinarias algún día suplantarán al hombre, luego se volverán autoconcientes de su potencial, se armarán con gomeras sofisticadas de última generación y cuando llegue ese día te quiero ver...

- Yo voy a ser fiambre para ese momento, Coquito, no digas pavadas. Y cuando llegue ese día, quiero que me comas, como en esa película que ví la otra vez en cable... cómo se llamaba?

- "Viven"?

- No tarado! Son máquinas! Esa con el actor este tan famoso... el mismo de las Guerras de las Galaxias... Harrison...

- Ford?

- No, Coco! Renault!

Before Monoblog Makeover

After Monoblog Makeover

A un pasito de hacerme gay

Fiesta en el Hostal El Candil. Ese lugar que siempre me recibe tan pero tan bien. Allí cuento un con puñado de amigos adultos y diferentes a la monotonía de mis relaciones quilmeñas. Sus dueños me aprecian, me quieren y me lo hacen saber. Me siento muy a gusto cada vez que voy. Y voy muy seguido.
Llegué temprano, había muy poca gente. Todos turistas y mochileros extranjeros. Mexicanos, españoles, un belga. Me encontré con Marco y Sonia, mis amigos italianos que ya he mencionado en algún que otro post. Tuvimos una fantástica charla discutiendo sobre las bondades y miserias de nuestra ciudad costera más famosa, Mar del Plata (ellos fueron esta Semana Santa a conocerla). Por ser amigo de la casa, a mi no me cobraban la bebida. Moraleja, llegué a las 22:30, 23:20 ya estaba bastante ebrio. Bien.
La música era de la que a mi me gusta, electrónica pero con groove, mitad lounge, mitad bass & drums, con un poco de break-beat, acompañada con empanadas de carne. Como para mover la cabecita mientras te clavás 4 seguidas.
Hasta aquí, todo bien. A eso de las 1:30 (ya había bastante gente, es increíble como en Buenos Aires hacés cualquier cosa con música y cerveza y se llena si o si) empezó a tocar una banda que se llama Tangerine. Hacían todos covers de Faithless y Groove Armada, y aunque la voz de la chica era dulce y sufrida, no calificaban más de un “seh, zafan”. Me sentí un poco solo porque mis amigos tenían que atender las barras improvisadas y aunque no soy tímido, tampoco la pavada. No voy a hablar con cualquiera. No vaya a ser que me caiga bien. Prefiero seguir en la postura de que sólo el 25% de la población tiene algo interesante para decir. Y el 90% de esas cosas que dicen son mentiras. Lo sé, tengo problemas. Pero no nos vayamos por las ramas.
Me paré cerca de una puerta para ver cómo la minita esta que cantaba se creía que estaba en el recital homenaje a Freddy Mercury en Wembley ante 120.000 personas. Hay que darle crédito por ponerle pasión al asunto. Escuchando, bebiendo, bebiendo, escuchando. Así, media hora. Me empecé a embolar. Entonces decidí que era un buen momento para subir a la terraza y tirarme un ratito en una de las hamacas paraguayas. No había nadie. Mejor.
El humo se escapaba rápido, hacía un frío importante. Pero yo estaba bien ahí, haciéndome el “interesante que se aleja de la masa porque él es un chico sensible”. Nah, sólo quería fumar tranquilo. Escuché unos pasos pero estaba demasiado cómodo como para fijarme quién era. Mirando hacia el cielo, se me apareció una cabeza blonda en el cuadro.

- Tú eres amigo de Sonia, no?

LO LINDA QUE ERA ESTA CHICA.

- Si... hola... a vos tampoco te gusta la banda?
- Jaja, la verdad, no.
- Cómo te llamás?

Una belleza inmensurable, un pelito hermoso, una sonrisa invitante. Una chica alemana de 24 años llamada Julia. Encima de todo, tenía nombre lindo y no algo como Gertrude. Hospedada en el hostal desde hacía varios días ya, ella se había convertido en la nueva compinche de Sonia. Estudiante de intercambio, dominaba el español de manera sorprendente. Y Sonia, en una tarde bastante al pedo me imagino, le contó sobre su amigo “porteño” que había conocido en Brasil hace ya un año.

LO LINDA Y SIMPÁTICA QUE ERA ESTA CHICA ALEMANA.

Estuvimos charlando un rato largo y tendido, no importa de qué, lo importante es que yo me hice el banana como nunca. Era tan fácil hablar con ella. Era tan linda su sonrisa. Eran tan dulces sus inocentes preguntas. Tan fáciles de contestar, sin necesidad de mentir. Por un rato me olvidé de todo y sólo me concentré en Julia. Y en los miles de besos que le iba a dar. Cómo la iba a convencer de que se quede a vivir en Buenos Aires, conmigo, para siempre. Lo lindos que serían nuestros hijos, ella siento tan rubia y hermosa y yo siendo tan morocho y... simpático. Las recorridas por la ciudad, las noches en la terraza, sus gritos en alemán durante el acto de amar. Sonó mi celular y lo que yo sospechaba era verdad.

- “Damián, dale, venite que en tres horas tenemos que estar en el aeropuerto”.

Mis padres se fueron al Sur esta madrugada y yo, en un rapto de locura, me había ofrecido llevarlos a Aeroparque. Con razón yo había llegado tan temprano a la fiesta. Con razón me embriagué tan rápido. Tuve que saludar apurado y partir. No sin antes decirle a Julia lo mucho que me había gustado conocerla y que esperaba verla en los próximos días. Ella, como durante toda la charla, sonrió, me plantó un beso en la mejilla y me dijo “nos vemos”.

Hoy me llamó Sonia y me invitó a cenar. Acepté gustosísimo. Llegué al Hostal y allí estaba Julia. Hermosa. En jogging y con el pelo atado. Doblemente preciosa. Noté unos bolsos en la recepción, pero es normal, es un hostal. Siempre hay bolsos por todos lados. Pero estos eran de ella.
Julia se fue esta misma noche a una pensión en Morón porque la llamaron hoy a la tarde y le confirmaron que tiene asegurado un puesto de trabajo en no se qué división de la universidad, atendiendo a estudiantes extranjeros. Y viajar todos los días de Palermo a Morón se complica. Por ende, la mudanza.
El fantástico y cuidadoso plan para ganar su corazón que organicé cuidadosamente durante el viaje a Aeroparque, el de ida y vuelta, durante mi sueño, durante el almuerzo, durante la siesta, durante la llamada telefónica de Sonia para invitarme a cenar, el viaje, la puerta, su cara... todo a la basura. En menos de diez minutos se había ido y estoy seguro que no la voy a ver nunca más en mi vida. La cena fue una cagada. Me quedé mal.
Y aunque sé que por obvias razones en breve la voy a olvidar, me queda una pregunta bailoteando por los aires:
¿POR QUÉ?

1.4.05

Vendo

-Reproductor móvil mp3 marca Rio capacidad 60 megas que sólo usé durante una semana después de haberlo comprado, para hacerme el banana. Aguante el discman.

- Mochila marca Jansport negra. Gran capacidad. Excelente resistencia. Tiras acolchonadas. Mancha de resaltador amarillo explotado en la base.

- Campera de jean marca Levi's talle medium. Azul bien oscura. Apto para dama como para caballero. Denim jackets are so 2002...

- Cámara de fotos automática marca Kodak con flash y fecha. Dios mío, tengo una cámara con rollo.

- Prótesis dentales (sólo de abajo, arriba tengo una sonrisa marca Kolynos) que usé durante dos meses en 7mo grado y abandoné en un cajón para siempre. Con lavarlas un poco y darle un par de martillazos, van con todo.

- Disfraz de mono (orangután) pies a cabeza. La cola se vende por separado. Me compré uno nuevo y necesito deshacerme del viejo.