El amor bajo la lupa: ¿Cómo se lo digo?
Los viernes a la noche ya tengo algo que hacer. Ir al bar, emborracharme como siempre con bebidas energizantes y productos típicos rusos y esperarla. Ella siempre cae recién bañadita y sin maquillarse, como a mi me gusta. Mis amigos me dicen que me deje de joder y que me le tire encima. La verdad, me encantaría agarrarla de las muñecas y lamerle el ombligo. Pero yo la respeto, no da para hacer eso, menos adelante de tanta gente. Cómo voy a hacer para enamorarla en un bar? Yo quiero todo con ella y si me le declaro en el único lugar donde puedo encontrarla, no me va a creer. Menos si huelo a puchos, fernet y tequila.
Quiero conocerla. Invitarla a caminar por el Rosedal. Ir al cine y comer pochoclos carísimos. Regalarle un Hello Kitty de peluche. Hacerle el culo con vaselina para que no le duela tanto.
Tengo que encontrar la forma de decirle algo original, que la descoloque y que a la vez la sorprenda. No va a ser fácil, siendo tan hermosa seguro ya escuchó de todo.
Es viernes. Son las 2 am. Estoy borracho. Ya me rebotaron dos negras. La veo. Se acerca. Me acerco. Contacto visual. Le miro las tetas. Qué lindas. Le miro los ojos. Me mira. Le voy a decir lo que siento. Y siento que la albondiguita me sube de nuevo por el esófago.
No hay dudas.
Esto tiene que ser amor.